"En la búsqueda de la felicidad todos los caminos son válidos y diferentes pero se superponen en un punto, el de la necesidad humana de encontrar respuesta a las preguntas más importantes, aquellas que todos nos hacemos en algún momento.
El primer desafío es el de descubrir quién soy. El encuentro definitivo con uno mismo. El trabajo de aprender a no depender.
El segundo es el desafío de decidir a dónde voy. La búsqueda de plenitud y de sentido. Encontrar el propósito fundamental de nuestra vida.
Y, el tercero, el desafío de elegir con quién. El encuentro con el otro y el coraje de dejar atrás lo que no está. El proceso de abrirse al amor y de hallar nuestros verdaderos compañeros de ruta."
En mis lecturas intuitivas he tenido la oportunidad de ayudar a las personas a vivir de forma más consciente en sintonía con su energía, mediante la identificación de traumas y otros acontecimientos de su vida que han persistido en su campo energético. Cuando consigo que recuerden esas experiencias de forma consciente, suelen descubrir que habían perdido su energía o poder por la excesiva importancia que le habían dado a esas heridas o vivencias. Una vez que identifican esas "filtraciones de energía", pueden empezar a recuperar su espíritu. Aunque esta forma de recordar resulta útil, la mayoría de personas son capaces de rememorar experiencias importantes sin mi ayuda. Sin embargo, estoy convencida de que gracias a mis lecturas he ayudado a las personas a identificar e interpretar las pautas subyacentes de los pensamientos y creencias que caracterizan sus recuerdos. En esas pautas se encuentran las interpretaciones y los significados que cada uno asigna a sus experiencias, lisas interpretaciones se convierten en recuerdos "celulares" y contienen la carga emocional y energética que influye en tu biografía y, por tanto, en tu biología.
Por ejemplo, si en el colegio eras excelente en matemáticas, recordar ese éxito puede tener un efecto positivo e inspirador en tu cuerpo y mente. Sin embargo, si ese éxito generaba resentimientos o te distanciaba de compañeros o hermanos celosos, el recuerdo será una carga emocional negativa. Esa carga negativa puede manifestarse en todos los episodios de éxito de tu vida, y empezarás a asociar la culpa con los logros. No obstante, es posible que tu experiencia en estas complejidades emocionales te haya preparado para enfrentarte a desafíos futuros. En lugar de sentirte molesto con esos amigos o hermanos celosos, podrías sentirte agradecido con ellos por haberte preparado para la vida. Al interpretar tu energía, al ser consciente de las lentes a través de las cuales ves el mundo, puedes cambiar de mentalidad y transformar tu vida.
Cuando identifiques la carga emocional de tu biografía, empezarás a ver cómo los fragmentos de tu historia se han combinado de forma que han afectado a tu pasado, tu presente y a tu estado de salud. Esta perspectiva es lo que yo llamo "visión simbólica". La visión de tu vida como un dibujo de trazos gruesos y fragmentos coloridos te permite replantearte la concepción del futuro y trazar las delgadas líneas expresivas de forma más consciente. La visión simbólica te permite recuperar tu energía o tu espíritu y curarte emocional y espiritualmente, a veces, incluso, físicamente. La visión simbólica es un método esencial que te permitirá utilizar tu energía para entender con claridad tu Contrato Sagrado.
Cuando realizo una lectura simbólica, veo cómo la energía del paciente —en todos sus papeles individuales— fluye hacia el exterior y alrededor de él. Al mismo tiempo, veo al paciente como la suma unificada de todas sus partes y como una célula conectada con una matriz energética de mayores dimensiones. Durante mis lecturas, los pacientes se convierten en hologra- mas humanos. Su modelo de distribución de la energía se refleja en las células individuales, al igual que nuestras almas vibran en una especie de alma global que contiene toda la vida del planeta. Nuestras palabras, pensamientos, acciones y visiones influyen en nuestra salud y afectan a la salud de quienes nos rodean. Como partes vitales de un espíritu universal superior, hemos sido puestos en la Tierra para cumplir nuestro Contrato Sagrado, que favorece nuestra madurez espiritual al tiempo que contribuye a la evolución de la totalidad del alma global.
Sin embargo, nuestra misión o contrato vital no puede definirse ni medirse simplemente por la forma en que vivimos. Tu objetivo en la vida no es sólo tu profesión, ni tu afición preferida, ni tu relación amorosa. Un contrato es tu relación con tu poder personal y espiritual. Es la forma en que trabajas con tu energía y cómo la transmites. También es la intensidad con la que deseas ponerte en manos de la guía divina. Aunque un contrato no son los detalles físicos de tu existencia, puedes servirte de ellos para averiguar cuál es tu contrato.Tu vida está compuesta por diversas facetas que reflejan tu energía física y tu energía interior. Si intentas contemplar ese reflejo en conjunto, puedes discernir y definir tu misión. Al igual que cada uno de los fragmentos de un holograma contiene la totalidad de la imagen, tu misión se refleja, aunque tal vez lo haga desde un ángulo un tanto diferente, en cada uno de esos numerosos rayos energéticos individuales.
Aun así, aprender a ver la imagen total que componen esos fragmentos, aprender a unirlos para obtener como resultado la suma de tu misión,requiere mucha práctica. El descubrimiento de tu contrato te dará sorpresas; tus cimientos se estremecerán y averiguarás cosas que te conmocionarán. No obstante, durante el proceso aprenderás a ver de forma simbólica, a utilizar tu poder personal y a cumplir tu Contrato Sagrado.
En mis libros anteriores, "Anatomía del espíritu" y "La medicina de la energía", he explicado algunas de las formas en las que actúa la energía, cómo se distribuye en nuestros siete centros emocionales o chakras, y cómo puedes aprender a interpretar tu energía y a agudizar tu intuición para saber dónde se originan tus trastornos espirituales y físicos o enfermedades. He hablado de cómo y por qué la energía queda bloqueada o distorsionada y de qué forma se rompe ese bloqueo —que suele estar relacionado con algún asunto pendiente del pasado— para que la persona en cuestión se cure. Por lo general, la curación emocional y espiritual se basaba en el aprendizaje de las lecciones del centro emocional implicado en la enfermedad. En algunas ocasiones, la lección era la enfermedad en sí, y aprender a trabajar con esa forma de energía suponía el descubrimiento de los cambios mentales y sentimentales que debían producirse.
Tras miles de lecturas diagnósticas, llegué a la conclusión de que un principio superior incluso a la interacción de los chakras distribuye nuestra energía interior, y al hacerlo, da forma a nuestras vidas. Empecé a descubrir formas universales de inteligencia cósmica relacionadas de forma directa con la organización de nuestro día a día. En realidad, en cada una de las lecturas que realicé a partir de 1989, lo que sólo podría calificar como modelo arquetípico se revelaba a través de los detalles y fragmentos de la existencia de cada paciente y adoptaba una forma definida. Esto me ofrecía una visión clara de la psique de esa persona y de por qué su vida era como era. Estos modelos, que suelen tener un origen antiguo, pueblan nuestra mente y nuestra vida de formas que nos afectan de un modo notable. No obstante, no solemos ser conscientes de su existencia. Esos modelos de inteligencia son arquetipos, formas vivientes y dinámicas de energía presentes en los pensamientos y sentimientos de muchas personas de diversos países y culturas.
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