Fred Alan Wolf es un investigador científico poco convencional, que es doctor en física teórica. Este estadounidense es autor de diversos libros como Parallel Universes y ha pasado varios años de su vida conviviendo con chamanes e investigadores del tema en Gran Bretaña, Suiza, Estados Unidos, Brasil, Perú y México.
Después de un viaje a Perú en 1989, durante el cual tuvo diversas experiencias con ayahuasca, escribió un nuevo libro titulado La búsqueda del águila. En él reconstruye sus relaciones con el chamanismo y da cuenta de su comprensión paulatina de las coincidencias que encontró entre éste y la física cuántica, la psicología y la ciencia moderna en general. Esta comprensión lo llevó a formular nueve hipótesis acerca de los chamanes:
1) ven el universo como hecho por vibraciones;
2) ven el mundo en términos de mitos y visiones que en un principio parecen contrarias a las leyes de la física;
3) perciben la realidad en un estado de conciencia alterada;
4) Pueden cambiar la realidad física, mental y emocional de un paciente..
5) escogen lo que es físicamente significativo y ven todos los acontecimientos como universalmente comunicados;
6) penetran en mundos paralelos;
7) trabajan con una sensación de gran poder;
8) utilizan el amor y la energía sexual como energía curativa;
9) penetran en el mundo de la muerte para alterar su percepción en este mundo.
Wolf dice que aunque tal vez se vea en aprietos al sugerirlo, le parece que el mundo occidental “debe empezar a tener un punto de vista más tolerante con respecto a las substancias sagradas y productoras de visiones, en particular cuando dichas substancias se toman bajo la guía de un chamán; una persona con conocimiento sobre el mundo de las plantas.”
Anticipándose a sus posibles críticos, Wolf advierte que no puede “siquiera concebir la ingestión de las plantas como algo recreativo”, ya que desde su perspectiva sería peligroso hacerlo. Sin embargo cree que la ayahuasca puede ser utilizada por la profesión médica, “con la participación de Ayahuasqueros”, para sanar muchas enfermedades mentales/corporales graves: “Mis pensamientos se dirigen al gran número de adictos a las drogas de nuestras sociedades modernas. Creo que un programa controlado de viajes con ayahuasca para los adictos a las drogas podría llevar a la cura de la adicción a éstas. Creo también que la ayahuasca puede ser útil para curar la depresión. Pienso en especial en la recuperación de muchos veteranos de la guerra de Viet Nam, a los que entiendo, sufren graves tensiones mentales”.
Este físico galardonado con el American Book Award por su obra Talking the Quantum Leap encuentra que “el estado chamánico de conciencia, tal como lo ponen a nuestro alcance la ayahuasca u otros medios de inducir una conciencia chamánica, permite a la persona verse a sí misma bajo una luz mítica. Dicha visión proporciona un sentido de la compasión, una conexión con toda la vida; una nueva razón de existir.”
CAi aqui como por coincidencia. Te comento que estoy leyendo EN BUSCA... y coincide con otros estudios del chamanismo: Mircea Eliade, y sobre todo el mexicano Jacobo Gringberg Silverbaum quien estudio a Pachita famosa chamana mexicana que materializaba organos. Su concepto de la sintergia me aclaró mucho, ojala encuentres sus escritos.
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