Es de vital importancia, entender que se llega a esto como un proceso, un deterioro lento y paulatino en la relación de pareja.
A veces recibimos señales de alerta, que no escuchamos o que pensamos que se arreglarán de un momento al otro, pero la gran realidad, no es eso lo que pasa; por que la gran realidad es que para que la relación de pareja se mantenga debemos trabajar día a día en ella.
El proceso de divorcio conlleva una serie de sentimientos encontrados, que van desde la frustración y los deseos insatisfechos, los anhelos y esperanzas rotos, mezclados con dolor, rabia, afecto y en ocasiones amor.
Vemos como todo nuestro mundo se desbarata a nuestro alrededor y nos sentimos impotentes ante la situación.
Los procesos de la convivencia se hacen difíciles, las fricciones
Continuas, las peleas y los roces hacen imposible vivir juntos.
Muchas veces cuando las cosas no están bien, cada cual quiere dar el golpe más bajo, dañando más la relación e involucrando en ello incluso los hijos.
Sin embargo hay que tener en cuenta algunos factores,
Uno puede divorciarse de la pareja, pero no de los hijos, por más que alguno quede con la custodia, eso no exime al otro de sus funciones de ser padre, no se deja de ser padre por estar divorciado.
No deben usarse los hijos en contra del otro, ni pedirles que tomen partido, es de por sí ya difícil para ellos ver la unión de sus padres desmoronarse sin poder hacer nada al respecto.
Cuando los hijos son usados como herramienta en contra del otro, o se les llena la cabeza con los rencores de uno o de ambos padres el daño emocional es alto.
Procure en todo momento que la relación de sus hijos con ambos padres sea la ideal, por más de que la suya con su pareja, no sea la mejor, su hijo necesitará tanto la figura materna como la paterna para su adecuado crecimiento.
El proceso del divorcio, no es algo fácil, es una etapa en la vida, una puerta que se cierra para abrirse a otra.
Es un proceso donde debemos hacer frente a errores cometidos, y a la posibilidad de perdón tanto propia como de la pareja.
Requiere que se elabore el duelo o el dolor de la separación, que está acompañado de tristeza, ansiedad, se extraña a la pareja, y en no pocos casos, las personas que llegan a este nivel, se dan cuenta que no pueden vivir una sin la otra, y deciden reiniciar la vida juntos, trabajando y perdonando los errores
En general quien busca apoyo, para divorciarse lo hace de una forma más fácil.
No olvide que por más que pretenda que todo terminará con el divorcio es solo el comienzo de otra etapa en su vida, las relaciones con su pareja continuarán solo que de una manera diferente, siempre quedan cosas en común, situaciones que se deben arreglar, como el pago de pensiones alimenticias, y cuando hay hijos aún el proceso educativo de ellos está en manos de ambos.
Una adecuada separación hará relaciones posteriores más fáciles, y le permitirá a cada uno en un futuro rehacer su vida de forma adecuada.
Si una relación de pareja requiere una adecuada comunicación entre sus miembros una separación o un divorcio sí que es cierto.
Y aunque en un primer momento pensemos que ya nunca más tendremos algo que ver con nuestra pareja la realidad es otra, y nuestra ahora expareja, también será parte de nuestra vida.
Por que es más frecuente el divorcio en los últimos tiempos
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