Cuando una mujer está ciegamente enamorada, suele cometer algunos de los siguientes errores debido a que su razón está opacada por sus emociones y sus sentimientos. Las personas necesitamos de nuestros sentimientos y emociones, tanto como de nuestro pensamiento racional, para poder vivir una vida plena, libre de penas y desilusiones.
Por lo general, cuando una mujer se encapricha con un hombre, hace cualquier cosa por conseguirlo. Si intentamos explicarle que -por determinadas razones- ese hombre no es el que más le conviene, ella se empecinará aún más en estar con él.
Algunos de los errores más frecuentes que comete una mujer enamorada del hombre equivocado son los siguientes:
Toma siempre la iniciativa y lo contacta antes que él lo haga. Siempre es la primera en llamarlo, enviarle un mensaje de texto a su celular o correo electrónico o comunicarse con él a través de una red social.
Busca compartir o participar en las mismas actividades que él, aunque se trate de un deporte de riesgo o una actividad cultural que no le interesa en lo más mínimo.
Intenta hacerse amiga de sus amigos o -en el peor de los casos- de su(s) ex novia(s) o esposa(s)
Se acomoda siempre a la disponibilidad de horarios y las necesidades de él. Incluso es capaz de recorrer grandes distancias para ir a verlo, sin importar las circunstancias. (Dos horas de autobús en un día de lluvia y frío).
Paga un alto precio, literalmente. Lo invita a tomar un trago y paga la cuenta ella. Lo invita a pasar la noche juntos en un hotel cinco estrellas y paga la cuenta ella. Planifican juntos un viaje y paga, al menos, la mitad de los gastos del viaje. Paga cualquier precio (dinero) con tal de tener a ese hombre a su lado.
Le hace favores de todo tipo, aunque ello la perjudique. Estos favores pueden ser materiales o no materiales. Las mujeres que corren detrás de los hombres pueden acceder a los pedidos más insólitos, como ir a hablar con el jefe de él para que le dé un aumento de sueldo o lo cambie de sector, o traer un cargamento de cosas del exterior en lugar de reservar esa cantidad de espacio y peso para traerse algo para ellas mismas.
Pagarle multas, deudas o prestarle dinero. Hacerle regalos de todo tipo y por cualquier motivo.
Oírlo contar cómo llamó a su ex novia o ex pareja porque la extraña.
Estas mujeres suelen tener una autoestima muy baja y poco sentido de la dignidad. También suelen permitir que ese hombre oculte o niegue que tiene una relación con ellas o bien que no las tome en serio y sólo salga por diversión (sexo y nada más), interactuando de manera vulgar (lenguaje vulgar).
Las mujeres que se enamoran del hombre equivocado NO suelen oír el consejo de sus amigas o de su familia. Cuanto más encaprichadas están con un hombre, tienen menos posibilidades de verlo tal cual es en la realidad. No se dan cuenta que están perdiendo tiempo al lado de un hombre que no está enamorado de ellas. Y por ende, tampoco se dan cuenta que están negándole la oportunidad a otro hombre (que esté interesdo en ellas genuinamente) de que se acerque e intente establecer una relación saludable.
A veces, con el correr del tiempo, el hombre perseguido suele enamorarse de otra chica o vuelve con su ex y la mujer encaprichada queda con el corazón roto. Esto se debe a que se había hecho falsas ilusiones con respecto a formar una futura pareja con él. Si todas sus amistades y su familia, sus compañeros de trabajo y otras personas allegadas, le decían que ese hombre no estaba enamorado de ella o que a él no le importaba usarla para que le hiciera favores y permitía que ella siempre gastara dinero, seguramente lo decían por el bien de la muchacha enamorada, y no porque tuvieran algo en contra de ese hombre, en particular.
Pero la mujer enamorada no lo ve así. Lo primero que piensa es que sus amigos y su familia no comprenden. Que nadie debe meterese en su vida. Que ella sabe muy bien lo que está haciendo, etc. Así, se va distanciando de las personas que la aconsejan bien para poder continuar con esa relación.
En el mejor de los casos, la relación se termina y salvo algunas lágrimas derramadas, la mujer se repone y vuelve a vivir su vida normal, sin una dependencia afectiva excesiva ni una obsesión por satisfacer las necesidades de un hombre egocéntrico.
En el peor de los casos puede pasar lo siguiente:
La mujer se pelea y se distancia de su familia y sus amigos (nadie la comprende o ellos no tienen razón)
La mujer puede llegar a perder su empleo (es el caso de cuando trabajan juntos y surgen problemas)
La mujer puede perder importantes sumas de dinero, o alquilar un departamento para que él se vaya a vivir con ella.
La mujer puede quedar embarazada (a propósito o accidentalmente) para tener algo (un hijo) que la ate definitivamete a ese hombre.
La mujer se despersonaliza, deja de ser ella y hacer su vida, para satisfacer permanentemente las necesidades de ese hombre.
Pierden el sentido común, la capacidad de razonar más allá de sus emociones y una sana perspectiva de la realidad.
Estos son escenarios de situaciones patológicas que requieren tratamiento psicológico. Una mujer que sacrifica e hipoteca su vida en función de otra persona, claramente necesita terapia urgente, ya que presenta una dependencia importante.
Las personas emocionalmente saludables no presentan este tipo de apego obesisvo con otras personas. Tampoco se meten en problemas por otras personas y comprenden que un hombre (o una mujer) que los inducen o les pide (directa o indirectamente) que se metan en problemas para satisfacer sus demandas, no son precisamente “amigos” sino “enemigos”.
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