La teoría del psiquiatra norteamericano Harry Stack Sullivan (1892-1949), explica un enfoque sobre los desórdenes mentales, considerando que es probable que la ansiedad sufrida en la infancia temprana pueda ser en muchos casos el origen de muchos trastornos; y aspira también que su estudio sea útil para la vida de todos en general.
Según este investigador, para entender lo que probablemente significa vivir y sus dificultades, es necesario principalmente centrarse en el punto de vista evolutivo de las personas y estudiar en forma detallada cómo llegaron a ser lo que son en la vida adulta.
Todos nacemos en una clase de organización social y tenemos que adaptarnos en cierta forma a ella.
Los más afortunados serán los que se adapten normalmente y los aún más afortunados podrán adaptarse también con cierta rapidez a otras organizaciones sociales diferentes.
En cambio, los pacientes psiquiátricos parecen no poder adaptarse adecuadamente a su propia comunidad de origen y menos a otra distinta.
La psiquiatría no se relaciona solamente con el área psicofísica sino también con la cultura, los valores, los prejuicios, las creencias, etc., o sea, con un campo de abrumadora complejidad.
Sullivan proporciona una guía para explorar ese campo, convencido de que todo ser humano puede desarrollarse si le brindan las oportunidades adecuadas.
El ser humano es extraordinariamente adaptable y puede vivir de acuerdo a cualquier clase de reglas sociales si se las inculcan en la infancia; y además es capaz de considerar esas formas de vivir adecuadas, más allá de todo análisis.
Ciertos patrones básicos de relación con alguien que haya actuado como una madre con él, serán el fundamento más sólido que se mantendrá sepultado en lo más profundo de su ser, y sobre el cual se construirá todo lo demás.
Cuando esos cimientos no han sido los esperados, los resultados los conocemos como psiconeurosis o psicosis.
Sin embargo, no sólo son importantes las primeras experiencias de una persona, sino su modo particular de vivirlas, o sea el significado que tuvieron para esa persona.
El comportamiento de los niños, en sus primeros meses de vida, se muestra alterado cuando su madre está emocionalmente perturbada; y cualquier cosa que esté haciendo ese niño, en ese momento, dejará de hacerla o la afectará; porque todo ser humano tiene la capacidad de padecer ansiedad, originada por las perturbaciones emocionales que sufre la persona significativa cuando está con el niño, que influyen en él y le provocan ansiedad, por ejemplo mientras lo amamanta.
La ansiedad es el miedo a lo desconocido que sufre un niño en ese momento de su desarrollo, el temor sin objeto definido, una emoción terrorífica que supera toda experiencia que se pueda imaginar.
Lo mismo ocurrirá si se somete al niño a ruidos violentos inesperados en el ambiente donde se encuentra.
Este sentimiento de ansiedad o temor primitivo volverá a aparecer mucho más adelante en su vida, según determinadas circunstancias, igual a la experiencia que fue en su momento desconocida y la más devastadora de este mundo, sufrida en los primeros meses de su existencia; o sea que sentirá el mismo pavor estremecedor..
La ansiedad tiene un poder paralizante y todos en alguna medida gastamos gran cantidad de energía para evitarla y si es posible eliminarla.
Sullivan afirma que los problemas psiquiátricos o las distorsiones en el vivir, cuando no responden a los tratamientos tradicionales, se refieren a la vulnerabilidad a la ansiedad, que es la que puede explicar los síntomas y que hace que el cuadro cambie.
Por esta razón, antes de tratar los síntomas, es mucho más operativo intentar encontrar las vulnerabilidades básicas a la ansiedad en las relaciones interpersonales.
Sullivan cree que una comprensión más profunda de la ansiedad y la observación de su influencia en la vida de una persona, dará mejores resultados y ahorrará grandes esfuerzos a la psiquiatría.
Fuente: “La teoría interpersonal de la psiquiatría”, Harry Snack Sullivan, Editorial Psique, Buenos Aires, 1974.
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