Cuando el miedo no deja vivir
450 millones de personas sufren algún tipo de trastorno mental como la ansiedad. Son enfermedades comunes en todos los países y causan inmenso sufrimiento.
Y sin embargo la mayoría de estos desórdenes pocas veces son diagnosticados, y mucho menos tratados.
Se trata de trastornos mentales como la ansiedad o los ataques de pánico, que según los especialistas padecen una de cuatro personas.
“Los trastornos de ansiedad pueden incluir los desórdenes obsesivo-compulsivos, la fobia social y el trastorno producido por estrés post-traumático y fobias”, dijo el doctor José Luis Amestoy, psiquiatría de la Asociación Argentina de Trastornos de Ansiedad (AATA).
“La idea es ayudar a los pacientes a identificar los síntomas de estos desórdenes desde sus inicios, para que los tratamientos puedan ser más eficaces y menos extendidos”, afirma.
Miedo excesivo
La preocupación y la ansiedad son parte normal de nuestra vida diaria.
Nos preocupamos en el trabajo, la escuela, los resultados que obtendremos en alguna competición o cualquier otro evento.
El problema es cuando la ansiedad o la preocupación se convierten en algo más que “mariposas en el estómago”.
La gente que sufre ansiedad tiende a aislarse socialmente, disminuyendo su calidad de vida.
La ansiedad excesiva es un trastorno mental que puede causar inmenso sufrimiento y que conduce a una pobre calidad de vida de quien lo padece.
La gente que sufre estas enfermedades a menudo se aísla socialmente, y empeora su calidad de vida y aumenta los riesgos de mortalidad.
El problema, dicen los especialistas, es que la ansiedad a menudo puede ser muy difícil de diagnosticar ya que en ocasiones puede carecer de síntomas obvios.
“Cuando las preocupaciones persistentes y no reales se convierten en una forma habitual de enfrentar situaciones de la vida diaria, entonces la persona está sufriendo un ansiedad patológica”, dice el doctor Amestoy.
“Esta ansiedad patológica es la que persiste durante días o meses y a veces sin motivo aparente”, afirma el experto.
Por lo general la persona se da cuenta que padece este trastorno por varias manifestaciones físicas y mentales.
Estos síntomas pueden ser palpitaciones, taquicardia, hormigueos, atragantamientos por sensación de ahogo o falta de aire, mareos y malestar estomacal.
Pero también pueden incluir, en el caso del ataque de pánico, una sensación de muerte inminente o miedo de volverse loco.
Ayuda
Según la Organización Mundial de la Salud, unos 450 millones de personas padecen algún tipo de trastorno mental en algún momento de su vida.
Hasta ahora no se ha logrado identificar la causa de la ansiedad, pero los expertos sugieren que puede ser desencadenada por diversos factores biológicos, la historia familiar o alguna experiencia negativa.
Generalmente la persona acude al médico cuando comienza a padecer algún síntoma como palpitaciones o taquicardia. Pero antes ya hubo un proceso de ansiedad que pasó sin ser identificado
La gente, sin embargo, tiende a descartar los síntomas y a acostumbrarse a ellos, como si fueran parte normal de la vida.
“Generalmente la persona acude al médico cuando comienza a padecer alguno de los síntomas físicos como palpitaciones o taquicardia”, señala el doctor Amestoy.
“Pero antes ya hubo un proceso de ansiedad que pasó sin ser identificado”, afirma.
Mejor antes que después
El psiquiatra subraya la importancia de buscar ayuda médica lo más pronto posible.
“Porque la gente se aísla socialmente, no se da cuenta de lo que está padeciendo o minimiza los síntomas que está teniendo y paulatinamente se va recluyendo, perdiendo calidad de vida y termina no saliendo de su casa”, agrega.
Pero afortunadamente, señala el psiquiatra, existen una variedad de terapéuticas que han demostrado tener mucho éxito para tratar la ansiedad.
Estas pueden incluir desde técnicas de relajación, ejercicio físico, hasta la llamada Terapia Cognitiva Conductual, o incluso medicamentos específicos contra la ansiedad.
“Lo importante”, señala el especialista “es que la gente sepa de qué se tratan estos trastornos como la ansiedad y los ataques de pánico”.
“Así podrá buscar ayuda lo más pronto posible para dejar de sufrir de esa manera”, concluye el psiquiatra.
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