El Trastorno Límite de la Personalidad, comúnmente conocido como Borderline, es un desorden caracterizado por inestabilidad emocional, arranques de ira, desamor, estrés, desconfianza y sufrimiento.
El Trastorno Límite de la Personalidad (TLP), aparece en el Manual Diagnóstico de los Trastornos Mentales publicado por la Asociación americana de Psiquiatría recién en 1980.
Características:
Se caracteriza por la inestabilidad emocional, la ira, el fracaso. La persona sufre de una urgente necesidad de amor, aunque no logra sentirse amada a causa de su desconfianza, y esto conforma un círculo vicioso del que no puede escapar.
Aqueja a personas que por alguna razón sufrieron interferencias en su desarrollo infantil, no han podido evolucionar, y se sienten inseguras de sí mismas y del mundo que las rodea.
Es una enfermedad frecuente en la sociedad actual, aunque sea reconocido como tal, solamente en los casos más graves. La persona se siente agobiada por emociones contrapuestas, siente desconfianza de todo, un gran vacío, es agresivo, no sabe amar ni sentirse amado y entonces experimenta una enorme soledad, es autodestructivo, no se adapta socialmente, etc.
El TLP es una defensa psicológica contra dos problemas: la falta de amor y seguridad emocional durante la infancia; y la hostilidad, individualismo, y desconfianza, vigentes en la sociedad actual.
Los adolescentes son los más expuestos a este trastorno, y las consecuencias aparejadas son la violencia, fracaso escolar, adicciones, delincuencia, bulimia y anorexia, autolesiones, abandono del hogar, etc.
Diagnóstico:
Los test psicológicos muestran una exactitud de apenas 85 a 89%. Ante un paciente con múltiples síntomas, por lo general, fatiga, jaquecas, estrés, depresión, etc. el psicólogo toma precauciones para determinar si puede tratarse de un TLP. Si se comprueba que experimenta más de cinco de los síntomas que aparecen descritos en el Manual Diagnóstico de los Trastornos Mentales. En dicho caso, el psicólogo comienza un tratamiento, que puede incluir fluoxetina (Prozac), con una posterior evaluación, una semana más tarde.
Tratamiento:
Medicamentos : El Prozac (fluoxetina), provoca un aumento en la serotonina, que elimina los cambios de carácter. Los neurolépticos ayudan en momentos de estrés y de disforia. Pueden ser: Haldol, Mellaril, etc. El Tegretol (carbamacepina), reduce los episodios de descontrol de la conducta. Muchos borderline tienen síntomas de tiroidismo, presentan niveles por debajo de la media en los exámenes sanguíneos.
Alrededor del 20% de los borderline muestran deficiencia de vitamina B12, mostrando síntomas de fatiga, rigidez en las extremidades inferiores y disestesia.
Terapia:
La terapia psicodinámica intenta mejorar la autoestima del paciente, liberar sus rencores ocultos, orientar positivamente su narcisismo, fomentar la confianza en los demás. Los TLP denotan una inmadurez emocional ocasionada por carencias afectivas, que los hacen infelices y también a los demás.
Este trastorno puede aliviarse ayudando al paciente a confiar en sí mismo y en los demás, valorarse y quererse, concretar sus sueños pendientes. Para ello es necesario un terapeuta paciente y comprensivo, que de algún modo, retome la crianza del niño desdichado que hay dentro del paciente.
El tratamiento es largo, debe subsanar sentimientos subyacentes en lo más profundo de la persona, como son: el miedo, el desamor, la rabia, la culpa. Este proceso se ve obstaculizado por la natural desconfianza del paciente, y su miedo a dejar de ser él mismo.
El paciente borderline debe mantenerse libre de situaciones de estrés. Ayudan también el ejercicio físico y las técnicas de relajación. El TLP no puede eliminarse completamente, sería como intentar remodelar totalmente la estructura de un edificio sin demolerlo previamente. Pero sí pueden lograrse mejoras importantes, que permitan al sujeto vivir de un modo más pleno.
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