Vivimos en una sociedad en la cual muy pocas veces se habla sobre nuestros malestares; hace mas de 50 años, Paz hablaba sobre la sociedad mexicana, adolescente en su constitución tanto política como cultural, que se veía reflejada en el agua….. ¿Que veía en ese entonces? ¿Habrá cambiado mucho nuestra sociedad?….. Somos una sociedad constituida por el miedo a la toma de decisiones, se dice que es una colonialidad… muy probablemente, porque, ¿en dónde estamos parados, si no es en una sociedad que discrimina al indígena y alaba al gringo?
Esta cuestión, de mirar hacia “arriba” y no hacia a un lado, hacia nosotros mismos está muy interiorizada en la subjetividad colectiva.
Como seres humanos corremos hacia ese camino “prometido” que es la felicidad, pero nada es tan prometido en esta vida porque finalmente nuestro carácter humano nos hace perseguir emociones pasajeras, efímeras, y fugaces; este hecho de descubrir lo efímero de la vida nos provoca una neurosis colectiva, hablando de la sociedad en conjunto, incluso esto llega a desembocar en psicosis.
¿Cómo vemos esto en nuestra sociedad? En clase se hablaron de ejemplos políticos sobre nuestra condición sadomasoquista para “escoger” siempre al dirigente que supla al padre lastimero y vengativo con sus hijos, y nosotros como ciudadanos adoptamos ese papel de hijo agachón y resignado a sus castigos, sin embargo, esta misma sociedad se ha encargado de descargar grandes cantidades de violencia originadas por la agresión profunda de reprimir los instintos vitales. ¿En qué tipo de sociedad estamos viviendo, donde hace todavía 10 años la provincia era considerada como un lugar seguro, esa burbuja para escapar a los peligros de la ciudad? Ahora, es todo lo contrario, la provincia es el mayor peligro, los migrantes le temen a las familias de narcotraficantes y al mismo tiempo les representa una forma más fácil de “hacer dinero” es como el objeto del deseo de diversos grupos en el país.
Pensando un poco más en las investigaciones, es difícil imaginar la subjetividad de los jóvenes adolescentes ya que esta depende de factores socioeconómicos, políticos y culturales, esta construcción de la subjetividad es de largo trayecto que en diversas ocasiones aterriza en catarsis imprevistas a esa edad, cuentan con un factor determinante en el grupo cultural de la institución, la mayoría de las veces tienen la necesidad de pertenecer a un grupo determinado, verse reconocidos ante su mundo, su sociedad y esa, en muchas ocasiones es una persecución de la felicidad, se traslada quizás de la esfera de la economía, éxito académico, a otra esfera muy diferente que es la aceptación de este grupo de amigos.
Estas llamadas muletillas para evitar el dolor o buscar la felicidad no siempre son tan explicitas en una edad tan conflictiva como la adolescente sin embargo, he ahí la importancia de percibir la perspectiva de aquellos que lo viven, de aquellos que con sus propias palabras pueden hablar sobre lo que quieren como lo quieren y si creen que pueden llegar a eso. Ese “algo” que significara felicidad, belleza, evitar el dolor, éxito, dinero, como se perciba a aquellos a lo cual anhelamos desde que nos damos cuenta que nosotros no somos uno con el todo, si no que hay un nosotros y aquello, y en ese aquello se encuentra lo que deseamos simple y sencillamente porque no nos encontramos allá ni somos aquello.
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