Las cefaleas son los dolores de cabeza más comunes, aunque su causa es desconocida el dolor que la produce se debe a una dilatación de las arterias situadas en el cráneo. Una migraña, sin embargo, es un dolor de cabeza pulsátil e intenso que habitualmente afecta a un lado de la cabeza, aunque puede afectar a ambos. De ahí que etimológicamente migraña signifique “de un lado de la cabeza” o “medio cráneo”.
Las personas más propensas a padecer esta enfermedad son las mujeres. Hoy en día las estadísticas nos hablan que de 7 mujeres que padecen migraña, sólo un hombre la presenta. Esto se debe a los cambios hormonales a los que están sometidas. La edad de este padecimiento es variable. Ya que puede iniciar en la infancia alrededor de los 8 años de edad, en la pubertad y adolescencia o en los adultos jóvenes. En la mayoría de las mujeres que padecen migraña, al llegar a la menopausia desaparece.
El dolor empieza repentinamente y puede estar precedido o acompañado de síntomas visuales, neurológicos o gastrointestinales. Durante un ataque de migraña los pacientes son sensibles a la luz y al sonido y a menudo experimentan náuseas, vómitos o pérdida temporal de visión. Esta afección se asocia a varias causas, entre ellas el estrés y la falta de sueño. Los cambios hormonales también pueden provocar ataques, siendo la incidencia mayor en las mujeres que en los hombres. En concreto, se calcula que en Europa el 8% de los hombres y el 17% de las mujeres sufren migrañas con regularidad.
Origen genético
La comunidad científica averiguó hace pocos años que la susceptibilidad de un individuo depende en gran medida de factores genéticos. Recientemente se han descubierto varias mutaciones genéticas que provocan formas raras y extremas de migrañas, pero los factores genéticos que subyacen a la migraña común no se conocían hasta ahora. Un consorcio internacional de genetistas e investigadores especializados en cefaleas ha descubierto una variante genética característica de las personas proclives a padecer una forma común de migraña. El estudio ha sido publicado en la revista Nature Genetics.
En la investigación referida, científicos de 40 centros de investigación de toda Europa trabajaron en equipo para estudiar datos genéticos de más de 50.000 personas. En una primera fase compararon los genomas de 2.731 pacientes de migrañas de Alemania, Países Bajos y Finlandia con los de 10.747 controles. Para confirmar los resultados compararon los genomas de otros 3.202 pacientes con los de 40.062 controles. El equipo descubrió que los pacientes con una variante de ADN (ácido desoxirribonucleico) específica localizada en el cromosoma 8 (entre los genes PGCP y MTDH/AEG-1) eran más propensos a padecer migrañas.
Síntomas comunes
Para poder afirmar que un dolor de cabeza es migraña, tiene que ir acompañado de ciertos síntomas como son:
Un dolor de cabeza punzante muy intenso que tiene una duración de 4 a 72 horas
Náuseas
Vómito
Sensibilidad a la luz
Molestia al ruido
Mareos
Visión borrosa
Las personas que padecen migraña muchas veces experimentan síntomas de advertencia, mejor conocidas como “auras” (minutos antes de sentir el dolor). Estas auras incluyen visión borrosa, aturdimiento, agotamiento, preocupación, adormecimiento u hormigueo de un lado del cuerpo. Alrededor del 20 por ciento de las personas manifiestan síntomas de depresión, irritabilidad, inquietud, náuseas o falta de apetito, que aparecen unos 10 a 30 minutos antes de iniciarse el dolor de cabeza.
Algunos alimentos pueden desencadenar migrañas a personas especialmente sensibles
Ciertos alimentos y conservantes en los alimentos pueden desencadenar migrañas en algunas personas. Los desencadenantes relacionados con los alimentos pueden abarcar:
Cualquier alimento procesado, fermentado, adobado o marinado
Productos horneados
Chocolate
Productos lácteos
Alimentos que contengan glutamato monosódico (GMS)
Alimentos que contengan tiramina que incluyen el vino rojo, el queso curado, el pescado ahumado, los hígados de pollo, los higos, algunas legumbres)
Frutas (aguacate, banano, frutos cítricos)
Carnes que contengan nitratos (como el tocino, los perritos calientes, el salami, las carnes curadas)
Nueces
Cebollas
Tipos de migrañas
Existen diversos tipos de migrañas: no todas las migrañas van acompañadas por cefaleas.
La migraña con aura está precedida de alteraciones de visuales, como manchas negras en el campo visual o visión de puntos o líneas luminosa. La migraña acompañada aparece con pérdida de fuerza en la mitad del cuerpo o con alteraciones en el sistema nervioso central.
Otro tipo de migraña, sin cefalea, se caracteriza por vómitos, náuseas y abatimiento, sin que aparezca dolor de cabeza.
Migrañas o jaquecas: Constituye un conjunto de síntomas entre los que se encuentran, además del dolor de cabeza, vómitos, náuseas, sensibilidad a la luz y al ruido. Este dolor empeora normalmente con la actividad física y mejora con el reposo.
¿Cómo reducir los ataques?
No existe una cura específica para las jaquecas o migrañas. El objetivo es prevenir los síntomas evitando o alterando los factores desencadenantes. Lo primero y fundamental es acudir al médico para que realice un diagnóstico fiable y pueda recomendarnos algún tratamiento específico. Nunca nos debemos automedicar.
El médico podrá prescribirle medicamentos para reducir el número de ataques. Es necesario tomarlos todos los días para que sean efectivos y pueden abarcar:
Antidepresivos como la amitriptilina
Medicamentos para la presión arterial, como betabloqueadores (propanolol) o bloqueadores de los canales del calcio (verapamilo)
Medicamentos anticonvulsivos como ácido valproico, gabapentina y topiramato
Inhibidores selectivos de la recaptación de la serotonina (ISRS) como venlafaxina
Inhibidor selectivo de la captación de norepinefrina (SNRI) como duloxetina
Las inyecciones de toxina botulínica (Botox) también pueden ayudar en ciertos casos a reducir los ataques de migraña crónica al relajar la musculatura craneal pero esta indicación todavía no está aprobada en España.
Fuentes: Medline Plus, Salud.com y Dmedicina.com
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