Cuando a nivel familiar tenemos a los padres de familia que proveen de todo lo que “necesitamos”, nuestros padres hacen todo para que no “suframos” y podamos alcanzar el “éxito” en nuestras vidas.
Nuestros padres nos piden que solo nos dediquemos a estudiar y no nos “distraigamos” de algún trabajo. Prefieren que salgamos bien preparados de la escuela y podamos colocarnos en un buen trabajo.
De lo que no se dan cuenta nuestros padres es que la escuela solo les proporciona el 30% del conocimiento que se requiere para desempeñar un trabajo, el 70% restante se adquiere en la práctica, en la experiencia, en el enfrentamiento con los problemas de la vida real.
Cuando nuestros padres retardan que nos enfrentemos al trabajo, nos están impidiendo que desarrollemos el valor de la responsabilidad y conforme pase el tiempo, estamos impidiendo que aprendamos a realmente vivir la vida.
El mayor placer no esta en el saber, sino en el hacer. El solo saber te infla el ego.
En el hacer esta la satisfacción de sentirse útil para los demás.
Es bueno darle a los hijos lo que necesitan, pero no todo. Hay que darle a la oportunidad que se gane lo que les falta.
Ahí esta el aprendizaje de la lucha por la vida.
La responsabilidad es mejor antídoto contra la dependencia.
Quien adquiere el hábito de la responsabilidad, adquiere automáticamente el poder.
Si todos los empleados de todas las empresas del país tuvieran un buen nivel de responsabilidad, el país marcharía viento en popa.
La realidad no es así porque no se nos ha cultivado el valor de la responsabilidad.
El hecho de que no exista responsabilidad en muchas personas no quiere decir que no exista en su código ético, lo que pasa es que ese código ha sido anulado o enterrado con la educación que hemos tenido en el hogar, en la escuela y con los medios de comunicación, siempre ha habido alguien que toma la responsabilidad por nosotros e impide que la desarrollemos.
Tanto tenemos esa responsabilidad en nuestro disco duro que a todos los gustaría disfrutar los beneficios de la responsabilidad, a todos nos gustaría recibir el reconocimiento por los que hacemos, a todos nos gustaría ganar más por los altos puestos que tenemos, a todos nos gustaría dejar huella para próximas generaciones, lo que pasa es que hemos sido bloqueados.
La ausencia de responsabilidad en una buena parte de la población nos ha llevado a que dependamos de una clase política que ha abusado del poder para aferrarse a él y ha tomado decisiones que bloquean por todos los medios para nosotros como pueblo adquiramos la responsabilidad de tomar decisiones.
Mientras nosotros no nos hagamos responsables de cada uno de nuestros actos, no va haber alguien que nos impulse a hacernos responsables porque les conviene nuestra irresponsabilidad, ellos le sacaran provecho para manipularnos.
Ya es la hora de despertar.
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