Pero...
¿Y qué es el apego?
Es un estado emocional de vinculación compulsiva a una cosa o
persona determinada, originado por la creencia de que sin esa cosa o
persona, no es posible ser feliz.
Tu mente dice: No puedes ser feliz si no tienes tal o cual cosa, o
si tal persona no está contigo. No puedes ser feliz si tal persona
no te ama. No puedes ser feliz si no tienes un trabajo seguro. No
puedes ser feliz si no das seguridad a tu futuro. No puedes ser
feliz si estás solo. No puedes ser feliz si no tienes un cuerpo a la
moda. No puedes ser feliz si los otros actúan así. Y cuantos mas 'No
puedes ser feliz si....'
Tu mente está programada para demostrarte constantemente (si no es
por una cosa, es por otra) que no puedes ser feliz. ¡Todo esto es
falso!
Tu eres feliz aquí y ahora; pero no lo sabes, porque tus falsas
creencias y tu manera deformada de ver las cosas te han llenado de
miedos, de preocupaciones, de ataduras, de conflictos, de
culpabilidades ... Si lograras ver a través de esa maraña,
comprobarías que eres feliz y no lo sabes.
No hay un solo momento en tu vida en el que no tengas cuanto
necesitas para... Ser Feliz.
Todas las cosas a las que te apegas, y sin las que estás convencido
que no puedes ser feliz, son simplemente tus motivos de angustias.
Lo que te hace feliz no es la situación que te rodea, sino los
pensamientos que hay en tu mente..
El apego es un estado emocional que tiene dos puntas, una positiva y
otra negativa. La positiva es el estado de placer y la emoción que
sientes cuando logras aquello a que estás apegado. La negativa es la
sensación de amenaza y la tensión que lo acompañan, lo que te hace
vulnerable al desorden emocional y amenaza constantemente con hacer
añicos tu paz.
Observa bien: Si no se consigue el objeto del apego, origina
infelicidad; y si se lo consigue solo produce un instante de placer
seguido de la preocupación y el temor a perderlo. ¿Podemos ganar la
batalla contra los apegos? Si, renunciando a ellos. Cambiando
nuestra programación.
Haz una lista de todo lo que te tenga apegado y dile a cada una:
"En realidad no estoy apegado a ti en absoluto. Tan solo estoy
engañándome a mi mismo creyendo que sin ti no puedo ser feliz"
Y si tu apego se refiere a una persona di:
"Te dejo que seas tú mismo; que tengas tus propios pensamientos, que
satisfagas tus propios gustos, que sigas tus propias inclinaciones,
que te
comportes tal como decidas hacerlo.
Te libero con Amor y me libero con Amor"
Ahora estás en condiciones de amar a esa persona. ¿Por qué? Porque
Amar, no es querer. Lo que quieres, quieres poseerlo. Cuando quieres
a alguien para ti, solo le estás poniendo una cadena al cuello, y
estás atándote del otro lado.
El Amor solo puede existir en libertad. Elige entre tu apego y la
felicidad. Lo que necesitas no es renunciar, sino comprender, tomar
conciencia. Si tus apegos te han ocasionado sufrimiento, esa es una
gran ayuda para comprender, y si alguna vez experimentaste el
sentimiento de libertad te será útil recordarlo. Borra en ti el ¡que
feliz me haces! y el ¡esto me hace feliz.!
Sólo tu, puedes hacerte feliz y todos los momentos presentes lo son
porque tu estás en ellos. Y hoy, el eterno presente, el aquí y
ahora, tu serás feliz aunque hoy te acompañe esto o lo otro. Y
podrás ir pasando de un momento a otro en la vida, disfrutándolo
plenamente, sin llevar cargas emocionales del pasado. Y como los
lirios del campo y los pájaros del cielo estarás libre de
preocupaciones viviendo siempre el Eterno presente.
¿De donde llegó tu apego? Brotó de una mentira que llega desde tu
cultura, tu sociedad, o desde tu mismo, o sea de tu programación.
Simplemente observa: miles de personas viven sin eso que tu supones
dueño de tu felicidad; y si revisas tu pasado encontrarás algo que
en un momento dado supusiste insustituible, y que el tiempo te
demostró que no era así. Hoy ya ni las recuerdas. ¡Mira que pequeñas
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