El médico psiquiatra Stanislav Grof (1931), creó en los años sesenta, un modelo terapéutico basado en la regresión, para corregir los traumas infantiles.
La oportunidad de volver a vivir circunstancias traumáticas que en su momento no fueron emocionalmente elaboradas, al revivirlas, puede cambiar la situación presente.
Una de las técnicas ideadas por este científico es la respiración holotrópica, que dirigida por especialistas y estimulada con música evocativa, lleva al paciente a penetrar en una dimensión diferente, fuera de la lógica, que le permite regresar a períodos de su vida previos al nacimiento y a otras situaciones vitales traumáticas, revivir esos momentos, recuperarse del impacto emocional que le produjeron y reconocer la verdadera fuente de su eventual enfermedad mental o psicosomática.
Esta nueva concepción en psicología, que consiste en incluir dimensiones transpersonales, se originó en el Oeste de los Estados Unidos a partir de la investigación sobre los estados alterados de conciencia que producía el LSD (ácido lisérgico), método que más tarde fue reemplazado por la respiración holotrópica, profunda y voluntaria, cuyos resultados son potencialmente terapéuticos.
Esta experiencia resulta conmovedora y exige un compromiso emocional.
Generalmente es un procedimiento que se realiza en forma grupal, que está coordinado por especialistas y que consiste en relajar el cuerpo en posición recostada y en respirar en forma profunda y rítmica mientras se escucha una música primitiva.
En poco tiempo, el cuerpo puede llegar a adoptar la postura fetal y algunos pueden experimentar el momento del nacimiento.
En ese estado de conciencia la persona puede reir o llorar, o quedarse perpleja, al revivir escenas del inicio de su propia vida.
Aunque desde el punto de vista científico se afirme que es imposible que el cerebro humano registre experiencias tan arcaicas en la vida de una persona, los recuerdos están guardados en la psique y alforan en esta circunstancias.
Las personas que logran revivir su nacimiento, realizan con su cuerpo los movimientos que exige la mecánica del parto biológico. Esto es lo que afirma Stanislav Grof en su libro “La mente holotrópica”.
En Argentina, el Dr. Carlos Martinez Bouquet, médico psicoanalista, pionero en Psicología Transpersonal y Director de Aluminé; sostiene que esta técnica permite acceder a niveles dimensionales múltiples que van desde la razón consciente hasta la experiencia mística, a la cual también se llega a través de la meditación contemplativa.
Estos estados pueden incluir imágenes transgeneracionales y la posibilidad de elevar la conciencia a un nivel espiritual trascendente.
La lucha para nacer puede dejar secuelas que afectan el normal desenvolvimiento de la vida, que se pueden superar reviviendo esa situación existencial, revirtiendo la forma en que se vivió con mayores recursos que antes.
Esta experiencia moviliza toda la estructura psicoemocional y existencial y permite destrabar y aclarar situaciones existenciales que de otra forma no se pueden superar.
En estos momentos existe una necesidad en la gente que se refleja en su interés por participar en eventos que se relacionan con la espiritualidad, que se ha puesto de manifiesto nuevamente al celebrarse el Congreso Mundial de Psiquiatría, que tuvo lugar durante el corriente mes de setiembre en Buenos Aires, en las conferencias sobre espiritualidad, que contaron con más participantes de los que podía admitir la capacidad del auditorio.
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