Todo cambio es difícil porque exige despojarnos de hábitos que nos ayudan a mantener el equilibrio, a no enfrentar situaciones, a no tomar decisiones, a consolarnos de nuestras frustraciones. Pero por otro lado esos mismos hábitos nos hacen infelices, obstaculizan nuestro desarrollo, perjudican nuestra salud, entorpecen nuestras relaciones, disminuyen nuestro rendimiento y anulan nuestra creatividad. Estar dispuesto al cambio proponiéndoselo con firme convicción es la primera condición para cambiar. El que desea actuar de una manera diferente no tiene que postergarlo más y tiene que decidirse a empezar hoy, sin mirar atrás y pensando que no se está perdiendo nada, que puede hacerlo, que seguramente se sentirá mejor y logrará por fin lo que siempre deseó. Es importante prestar más atención al proceso de cambio y no tanto a los resultados e intentar ser consciente a cada momento de lo que se está haciendo para incorporar esa conducta. Abandonar las antiguas estructuras y los v...
!No hay nada más apasionante que hacerse preguntas, cuestionarse la vida y preguntarse todo lo que es importante para cada uno¡