Yo antes creía que la pasión necesitaba estímulos fuertes, demoledores, totales, pero no es así, por lo menos no en mi caso. Y tampoco hace falta insultarse hasta la degradación para excitarse hasta perder el juicio haciendo el amor. La fusión, la pérdida de identidad, la disolución del Ego gracias a largos orgasmos no solamente se consigue con una relación como la que tenía con tu madre, sino también y de forma mucho más constructiva con una compañera que no le tiene miedo a prohibir nada y que busca siempre nuevos grados de libertad, una compañera que nunca supo lo que eran armas de mujer…
Juan Trigo
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