Hay muchos trastornos que se reconocen como enfermedades mentales, unos más graves que otros. Los tipos más comunes son:
1) Los trastornos de ansiedad.
Las personas con trastornos de ansiedad responden a determinados objetos o situaciones con miedo y terror, así como con los signos físicos de ansiedad o nerviosismo, sudoración y aumento del ritmo cardíaco.
Un trastorno de ansiedad se diagnostica si la persona responde de manera inapropiada a una situación, si la persona no puede controlar la respuesta o si la ansiedad interfiere con el funcionamiento normal de su día a día.
Los trastornos de ansiedad incluyen el trastorno de ansiedad generalizada, el transtorno de estrés postraumático ( TEPT ), trastorno obsesivo-compulsivo (TOC), trastorno de pánico, desorden de ansiedad social y algunas fobias específicas.
2) Trastornos del humor.
Estos trastornos, también llamados trastornos afectivos, implican sentimientos persistentes de tristeza o períodos con una alegría desbordante así como fluctuaciones de extrema felicidad a la tristeza más absoluta.
3) Trastornos psicóticos.
Los trastornos psicóticos implican un conocimiento y pensamiento distorsionados.
Dos de los síntomas más comunes de los trastornos psicóticos son las alucinaciones y los delirios (falsas creencias que la persona enferma acepta como verdaderas a pesar de la evidencia de lo contrario).
La esquizofrenia es un ejemplo de un trastorno psicótico.
4) Trastornos de la alimentación.
Los trastornos de la alimentación implican emociones extremas, actitudes y comportamientos que afectan a nuestro peso.
La anorexia, la bulimia nerviosa y el trastorno por atracón son los desórdenes alimenticios más comunes.
5) Los trastornos de adicción y el control de los impulsos.
Las personas aquejadas con estos trastornos no son capaces de resistir impulsos que podrían ser perjudiciales para ellos o para otros.
incendios), la cleptomanía (robar) y el juego compulsivo son ejemplos de trastornos del control de impulsos.
El alcohol y las drogas son comunes en los trastornos de adicción. A menudo, las personas con estos trastornos se involucran tanto con los objetos de su adicción que empiezan a ignorar las responsabilidades y relaciones.
6) Trastornos de la personalidad.
Las personas con trastornos de la personalidad tienen rasgos de personalidad extremistas e inflexibles que afligen a la persona y/o causan problemas en el trabajo, la escuela o las relaciones sociales.
Además, los patrones de pensamiento y comportamiento de la persona difieren significativamente de las expectativas de la sociedad y son tan rígidas que interfieren con el funcionamiento normal de la persona.
Los ejemplos incluyen el trastorno de personalidad antisocial, el trastorno obsesivo-compulsivo de la personalidad y el trastorno paranoide de la personalidad.
Otros tipos menos comunes de enfermedades mentales son:
7) Trastorno de adaptación.
Los trastornos de adaptación se producen cuando una persona desarrolla síntomas emocionales o comportamentales en respuesta a una situación estresante.
Los factores estresantes pueden incluir desastres naturales, tales como un terremoto o un tornado, determinados acontecimientos o crisis, como por ejemplo un accidente de coche o el diagnóstico de una enfermedad grave, o problemas interpersonales, tales como un divorcio, la muerte de un ser querido, la pérdida de un trabajo o un problema con el abuso de sustancias.
8) Trastornos disociativos.
Las personas con estos trastornos sufren alteraciones graves o cambios en la memoria, la conciencia, la identidad y la conciencia general de sí mismos y su entorno.
Estos trastornos generalmente se asocian con un estrés abrumador lo que puede ser el resultado de eventos traumáticos, accidentes o desastres.
El trastorno de identidad disociativo, antes llamado trastorno de personalidad múltiple, o “doble personalidad”, y el trastorno de despersonalización son ejemplos de los trastornos disociativos.
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