La persona guarda en su interior imagenes ideales, perfectas desde el punto de vista romántico.
Ésta se enamora de sus propias imágenes, las cuales son al fin y al cabo parte de su propia mente.
Esas imágenes se proyectan en un ser humano corriente y moliente, como no podria ser de otra manera, con lo que parte de la mente de la persona se coloca en el exterior y comienza a soñar con ese ser, ignorando que se adora a si mismo, a su imagen interior idealizada que necesita para mantener algun tipo de estimulación, autoestima o fantasia.
La persona o percha donde se ha colocado o proyectado esa ilusión o imagen interna es otra cosa
Al final no es que se produzca una decepción, sino una aprensión de la realidad. Nadie le ha engañado. Lo único que ha pasado es que uno o una necesitó engañarse a si mismo/a.
Pero amar...ay amigos, amar es amar la realidad.
¿Que no le gusta la realidad? ¿No ha encontrado usted una realidad donde depositar su amor?
Si eso es lo que nos está pasando...tal vez estemos perdiendo algo muy importante en esta vida.
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