Sentirse bien es fácil, amarse a uno mismo es algo natural, vivir conscientemente el “aquí y el ahora” y disfrutar con plenitud del momento presente es la cosa más simple del mundo… sin embargo, también es cierto que para alcanzar esas metas muchas veces tenemos que trabajar duro y sostener ese esfuerzo a lo largo del tiempo.
Recorrer las sencillas etapas representadas en este excelente dibujo es muy fácil, pero desarrollar la capacidad vivir permanentemente en ese último “refugio”, que representa el estado de bienestar que tanto anhelamos, seguramente demandará de nosotros constante dedicación.
La solución de cualquier problema suele ser muy simple, pero hallarla muchas veces es una tarea que requiere nuestro esfuerzo y compromiso y suele implicar la incorporación de nuevos conocimientos y el desarrollo de nuevas habilidades. “De todo laberinto se sale por arriba”, decía el escritor Leopoldo Marechal, pero descubrir esa “nueva dimensión” que permite la inmediata solución de ciertos problemas tal vez no sea algo tan fácil e inmediato.
El DEr. Ihaleakalá Hew Len, gracias a quien conocemos la técnica del Ho’oponopono, siempre declara que en ningún momento deja de aplicar esta técnica en su propia vida con la finalidad de continuar evolucionando. Cada vez que por su actividad profesional se encuentra con personas que comparten con él sus problemas, él aplica Ho’oponopono para sanar su propia mente.
Muchos otros maestros que difunden técnicas de sanación o de autoconocimiento continúan practicándolas ellos mismos a lo largo de toda su vida.
Y como probablemente nuestro destino sea también continuar aprendiendo a lo largo de toda nuestra vida es una excelente idea aceptar ese destino como una bendición y continuar recorriendo nuestro camino personal con serenidad y alegría.
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