"Nunca se me había ocurrido que sentirse vacío sería en realidad el camino para alcanzar algo más profundo y más rico en mi interior" Tony Schwartz
Dentro de ti habita un Mundo, por debajo de las ilusiones que has creado y a las que llamas tu casa.
No es un mundo de formas. Allí no hay cuerpos que representen papeles. No hay bebés, no existen madres ni hijos, tampoco existen profesores o alumnos, no hay políticos ni banqueros, tampoco trapecistas o artistas. En ese mundo no eres lo que haces, ni lo que tienes. Simplemente eres, sin adjetivos ni aditivos. Pura inocencia.
Dentro de ti habita un Mundo, y tú eres ese Mundo. Tú lo eres TODO, sin limitación. Las palabras, los sonidos y las imágenes no tienen cabida.
Entonces, ¿Qué hay?
Nada, el vacío.
Eso da miedo. Estamos acostumbrados a llenar huecos, con palabras, con sonidos o imágenes. Nos entretenemos para no tener que hacer frente a ese vacío, entonces hacemos cosas, o acumulamos cosas. Tratamos de llenarlo, desde fuera.
Le ponemos una tapa y lo encerramos en lo más recóndito de nosotros. Lo ocultamos, lo negamos o pintamos de mil colores para hacerlo un poco menos fiero.
Y en ocasiones las distracciones de nuestro mundo de formas hacen que nos olvidemos de esa vasija que mantenemos cerrada.
Pero, de repente, algo la agita. La tapa se mueve con riesgo de destapar al "monstruo" del que hemos estado huyendo durante tanto tiempo. Nos cuesta mantener la tapa en su lugar, algo bulle dentro precipitando un desenlace que no querríamos que pasase.
Luchamos contra ella, nos revolvemos, no queremos hacer frente a ese "monstruo" que todavía no hemos desenmascarado.
En el fondo hay miedo, miedo a lo desconocido, al silencio, a su quietud. ¿Qué quiere de nosotros?
Al igual que niños asustados no nos atrevemos a mirar debajo de nuestra cama, debajo de la superficie que hemos creado y consideramos nuestra vida.
Mejor dejarlo ahí y seguir soñando con que algún día desaparezca. Que algo externo acalle su hambre y lo sacie. Entonces podremos descansar en paz, tranquilos y felices al fin.
Pero ese momento se demora y todo lo que hemos probado no ha surtido efecto, no de manera permanente. Al final la tapa siempre vuelve a moverse, otras veces simplemente salta por los aires.
¿Has intentado alguna vez mantener una pelota grande de playa bajo el agua durante un tiempo? Cuesta y cuando menos te lo esperas te salta en la cara. ¡Aquí estoy!, dice. Y vuelta a empezar...
¿Hasta cuando?
- El vacío se llena desde dentro y no desde fuera, escucho. ¿Será verdad?
Son ya muchas las veces que he intentado llenarlo desde fuera y parece que no funciona. Pero quizás el próximo libro, la próxima relación, el próximo contrato, trabajo o curso hagan que se sacie.
¡Ya no me lo creo! Hay algo que me dice que ese camino ya lo he andado y su lema es "Busca y no Halles". Es una vía muerta.
¡Estoy cansada de creerme que se adonde voy o lo que necesito!
¿Hay alguien ahí? ¡HELP!
Si hay que llenarlo desde adentro, ¿por donde empiezo?
- Vamos a tener que mirarlo, dice la Voz.
¡Uff! ¡Qué pereza!, pienso.
- Pero no te preocupes porque yo seré tu guía, te daré la mano y juntos avanzaremos hacia el vacío, escucho.
¿Quien eres?
- Soy TÚ.
..... (¡Me estaré volviendo loca! ¿A estas alturas oyendo voces en mi cabeza?)
Puede que me esté volviendo loca pero quiero confiar. Ha llegado el momento de mirar al vacío. Lo se. No puedo explicarte porque lo se, pero lo se.
- No será fácil, dice la Voz pero yo estaré allí contigo. ¡Juntos miraremos eso que tanto evitas!
Y tampoco puedo esgrimir razones para creerle, pero le creo. O a lo mejor simplemente quiero creerle...
El abismo se abre frente a mí, es inmenso y me asusta.
Ahora intuyo lo que debió sentir Indiana Jones en "la Última Cruzada". ¡Quizás al igual que él sólo necesite un SALTO DE FE! Confío....
¡Ahora si que me he vuelto loca! Indiana Jones no existe, Iciar. Es un personaje de película. ¡No es real! Y vas tú y lo tomas como modelo. ¡Loca de remate, lo que yo te decía!
- El tú que está escribiendo esto tampoco lo es, real digo, escucho susurrar.
Esto cada vez se pone más interesante. Vale listillo, si yo no soy real, ¿quien soy?
- En el vacío está la respuesta, dice sonriendo.
Ya sabía yo que no había escapatoria.
- Si quieres saber quien eres en realidad tendrás que caminar hacia ese vacío ya que sólo él tiene la respuesta. Eso que tanto has estado buscando siempre ha estado ahí. Eso que tanto temes en el fondo oculta lo que siempre has deseado y buscado fuera. ¡Tú decides! Puedes seguir demorando ese momento o puedes empezar ahora.
¡Siento miedo!
- Lo se, me transmite sin voz. Te tienes miedo. Tienes miedo de lo que verdaderamente eres. Te has acostumbrado a tu personaje, querida Indiana... Pero ha llegado el momento, no necesitas nada más. No hay nada que nunca hayas necesitado, pero ahora ya estás preparada para comprenderlo. Pero la comprensión no hará que el vacío se llene, sólo la experiencia lo colmará. ¡Es el momento! ¡Dame tu mano!
Cierro los ojos, respiro profundo, y confío... ¡Es el momento!
© Iciar Piera Iglesias
© Iciar Piera Iglesias
"Muchas veces tenemos la sensación de que moriremos si permanecemos en ese vacío, y en cierto sentido es verdad. Un sector de la personalidad morirá si no seguimos intentando llenarlo. Pero hay algo más profundo... Este vacío es muy espacioso y no es en absoluto deficiente. Es el comienzo de la apertura a nuestro auténtico ser, al espacio vacío en el que todo surge, a los cimientos de nuestra naturaleza fundamental"
Sandra Maitri
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