Podemos definir al tan ya definido amor, “el deseo de un bien para otro”, la expresión de los más puros sentimientos del ser a cualquier cosa, ser o elemento. Siendo así deberíamos Amar a cada ser como amamos a nuestr@s novi@s o nuestra pareja, viviendo de este modo resultaría en un gran aprendizaje, ya que muchas puertas se nos abrirían, el sistema social en que nos desenvolvemos nos ha impuesto y presionado a que debemos estar siempre con alguien, y de hecho es hermoso, compartir y amar, pero también está bien estar solo, enamorarse de sí mismo es fundamental, para amar a los demás, no puedes difundir amor si no se tiene por uno mismo…
Pero en si la presión social que hay referente a la necesidad de formar parejas, es como una bacteria que se disipa en la mente de las personas, un tanto primitivo el simple hecho de crecer y reproducir, este modelo hace tomar las relaciones a la ligera, generando depresiones, soledad, sentimiento de separación del todo, baja de autoestima, creándonos la necesidad que siempre se tiene que estar con alguien, no importa si es una o mil parejas. Debido a esto es importante tener una sólida relación consigo mismo, y así entre más nos conozcamos, más firme estaremos en nuestros caminos y creencias.
Las relaciones nos enseñan muchísimo, y siempre que sigan apareciendo, nos enseñaran, uno es el que se cierra a que no aparezcan. Pero hay que recordar, las ansias matan, la presión, el querer estar con alguien ya, nos causa inquietud, nostalgia, y en cierta forma nos distrae pero nos enseña también, es irónico.
En fin; basándonos en que las personas hoy día en el mundo, están despertando en conciencia, y las cosas pasan y llegan por si solas, simplemente se necesita desearlas, y tener la intención clara, en este caso una pareja, ya llegara cuando uno esté listo, el irónico cliché.
Que sería si nos llegara y en nuestra inconsciencia la hiriéramos y la ahuyentamos de nuestra vida, de esta vida…
El universo es tan perfecto, que se encarga de ponernos a la gente y las situaciones cuando tiene que ser, y sucede para evitarnos distracciones de algunas cosas que se tienen que trabajar, otros ámbitos, aprender a reconocer “eso que llaman almas gemelas” que a veces se confunde con parejas de otras vidas, amistades ancestrales, o inclusive seres provenientes de mismos mundos, aprender a amar incondicionalmente.
Muchos viven para la pareja, olvidando el propio propósito o “misión”, el tan añorado sueño, todo esto acabara pronto, con los cambios de energía, parejas terminaran y parejas se formaran, y cada quien vivirá para cada lo que cada uno ame, amándose entre sí, amando lo que el otro ama, y así construirán, un amor colectivo a lo que la misión de cada uno le diga, y a cada ser que les rodee.
Por lo pronto solo nos queda disfrutarnos, con pareja o sin pareja, el nivel de consciencia de cada persona atraerá a la persona indicada cuando tenga que ser, a veces el mismo universo nos protege de personas erróneas, o no las pone si necesitamos aprender, siempre es en pro de nuestro crecimiento, del entendimiento de la ley del amor.
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