Romper con todas las ataduras y cambiar el rumbo de tu vida puede ser lo que necesites ahora mismo. Es posible que en algún momento sientas la necesidad de dejarlo todo y empezar de cero en algún lugar. Pero vivir sin identidad, sin dirección, sin localización durante una temporada suena a utopía. Cuando nuestros pilares se derrumban, o descubrimos que nuestros pies son de barro y que hemos construido castillos de arena, buscamos nuestro lugar en el mundo para retomar nuestra vida. Si algo te ata no eres libre, si no puedes decidir qué hacer, a dónde ir o cuándo, no eres libre. Somos los esclavos y esclavas de la nueva era, prisioneros de un empleo, de unas deudas, de un sistema. Avanzamos a duras penas arrastrando las cadenas de las obligaciones, que no cesan de aumentar.
La verdadera libertad se conquista desde el interior, con valor y fortaleza. Es necesario estar dispuesto/a a romper cualquier vínculo, a no depender de nada ni de nadie para sentir la auténtica sensación de libertad. Cuando te chocas con tu soledad es cuando te encuentras a ti mismo/a, y cuando te desapegas de todo lo superfluo es cuando valoras lo genuino de la vida. La libertad emocional significa decidir por encima de razonamientos y sentimientos, confiar en las leyes universales sin miedo. Llegar a sentir la unión con la naturaleza, disfrutar del amanecer ante un abismo, entregarse a la plenitud del océano, nos recuerdan quiénes somos y cuál es nuestro lugar. A partir de ahí podemos encontrar nuestro verdadero propósito y descubrir nuestra razón de ser. Es cuando todo toma un nuevo sentido.
¡Claro que suena bien!, pero ¿quién puede permitírselo? Por eso es fundamental alcanzar también la libertad financiera. Y está a tu alcance, solo necesitas subirte al vehículo adecuado y llenarle el combustible con sueños poderosos. ¿Crees que si sigues haciendo lo mismo que hasta ahora has hecho vas a lograr la independencia económica algún día? Has nacido para ser libre, para cumplir tu misión en este mundo, para sentir todo tu esplendor, brillar como las estrellas y compartir tu luz. Solo tienes que creértelo y hacer lo necesario. Para ello tendrás que cambiar, y todo cambio requiere tiempo. La libertad tiene un precio ¿estás dispuesto/a a pagarlo? Abre tu mente, escucha con atención, las oportunidades para vivir mejor están ahí, yo puedo ayudarte, pregúntame cómo.
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