Hay quien asegura y afirma con rotundidad que beber agua antes de las comidas puede ayudar a bajar de peso. Y lo cierto es que no se equivocan, ya que la ingesta de líquidos ayuda a controlar esas calorías que ingerimos posteriormente. ¿La razón? El agua tiene capacidad de saciar, por lo que una vez que nos sentemos a comer tendremos menos hambre del que teníamos.
Aunque suene muy bien eso de adelgazar solo con beber agua, debes tener mucho cuidado con esto. Beber una gran cantidad de agua justo antes de las comidas (más de tres vasos) puede volverse en tu contra ya que podría modificar el pH del estómago perjudicando en gran parte a la digestión
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