Las leyes relativas a la sexualidad más ridículas del mundo demuestran que el sexo hace perder el seso a muchos legisladores.
En Guam, una isla del Pacífico reconocida como territorio no incorporado a los EEUU, está prohibido casarse siendo virgen . Es por ello que existen hombres con la curiosa profesión de desvirgar a las mujeres que vayan a contraer matrimonio, cobrando incluso por ello. Nos queda la duda si ocurre lo mismo con los varones.
Algunos países de Oriente Medio reconocen una controvertida ley islámica que permite tener relaciones sexuales con corderos, pero por otra parte prohiben comer la carne del animal copulado. Exactamente la ley reza así: «Después de tener sexo con un cordero, es pecado mortal comer su carne».
Aún vamos más allá, porque en Líbano a los hombres se les permite practicar la zoofilia, con la única condición de que los animales con los que se mantiene sexo sean hembras. Cuidado porque en caso contrario el castigo es la pena de muerte.
Las leyes islámicas tampoco permiten que los musulmanes miren los genitales de un cadáver. Ni siquiera los enterradores. Para ello, los difuntos deben llevar siempre un ladrillo o una madera cubriendo sus partes íntimas.
En Barhein, los legisladores han dictado (ingenuamente) que, para evitar su excitación, los ginécologos sólo pueden examinar las vaginas de sus pacientes a través del reflejo de un espejo.
En Hong Kong no hay piedad para el adulterio pero hay una drástica diferencia; a una mujer engañada se le permite matar a su marido siempre y cuando lo haga con sus propias manos. Si el engañado es el marido, entonces puede matar a su mujer de cualquier forma.
En Indonesia la masturbación está castigada con decapitación.
En el departamento boliviano de Santa Cruz no es lícito mantener relaciones con una mujer y su hija al mismo tiempo.
En Cali (Colombia), una mujer sólo puede tener sexo con su marido, y la primera vez, su madre tiene que estar presente.
En un país como los Estados Unidos es ilegal usar especies en peligro de extinción, salvo insectos, para espectáculos sexuales o exhibiciones inter-especies.
Parece ser que en el estado de Washington está prohibido que los hombres se acuesten con mujeres vírgenes. Así pues, salvo que allí también exista la profesión del desvirgador de Guam comentada anteriormente, no nos explicamos cómo perderán la virginidad las mujeres de esta región.
Si a alguna mujer se le ocurre acostarse con un hombre en una ambulancia en Tremonton (Utah) ha de saber que será acusada y su nombre será publicado en un periódico local. Al hombre no le pasará nada. No sabemos si la ambulancia puede estar parada o en movimiento.
Seguimos en Estados Unidos y vamos hasta Romboch (Virginia), donde parecen abogar por el ahorro de energía ya que es ilegal practicar sexo con la luz encendida.
Para el grueso de los mortales, en Nevada no es lícito practicar sexo sin condón. En cuanto a los miembros legislativos de este estado norteamericano (abogados, jueces y legisladores), son aún más restrictivos: ninguno de ellos podrá disfrazarse de pene durante una sesión legislativa.
Por último, para terminar con esta estrambotica recopilación, comentar que en los hoteles de Sioux Falls (Dakota), todas las habitaciones deben tener dos camas, separadas entre sí por lo menos 70 centimetros. Hasta aquí todo bien, pero la ley subraya que está prohibido mantener sexo en el espacio que hay entre los catres.
Algunos países de Oriente Medio reconocen una controvertida ley islámica que permite tener relaciones sexuales con corderos, pero por otra parte prohiben comer la carne del animal copulado. Exactamente la ley reza así: «Después de tener sexo con un cordero, es pecado mortal comer su carne».
Aún vamos más allá, porque en Líbano a los hombres se les permite practicar la zoofilia, con la única condición de que los animales con los que se mantiene sexo sean hembras. Cuidado porque en caso contrario el castigo es la pena de muerte.
Las leyes islámicas tampoco permiten que los musulmanes miren los genitales de un cadáver. Ni siquiera los enterradores. Para ello, los difuntos deben llevar siempre un ladrillo o una madera cubriendo sus partes íntimas.
En Barhein, los legisladores han dictado (ingenuamente) que, para evitar su excitación, los ginécologos sólo pueden examinar las vaginas de sus pacientes a través del reflejo de un espejo.
En Hong Kong no hay piedad para el adulterio pero hay una drástica diferencia; a una mujer engañada se le permite matar a su marido siempre y cuando lo haga con sus propias manos. Si el engañado es el marido, entonces puede matar a su mujer de cualquier forma.
En Indonesia la masturbación está castigada con decapitación.
En el departamento boliviano de Santa Cruz no es lícito mantener relaciones con una mujer y su hija al mismo tiempo.
En Cali (Colombia), una mujer sólo puede tener sexo con su marido, y la primera vez, su madre tiene que estar presente.
En un país como los Estados Unidos es ilegal usar especies en peligro de extinción, salvo insectos, para espectáculos sexuales o exhibiciones inter-especies.
Parece ser que en el estado de Washington está prohibido que los hombres se acuesten con mujeres vírgenes. Así pues, salvo que allí también exista la profesión del desvirgador de Guam comentada anteriormente, no nos explicamos cómo perderán la virginidad las mujeres de esta región.
Si a alguna mujer se le ocurre acostarse con un hombre en una ambulancia en Tremonton (Utah) ha de saber que será acusada y su nombre será publicado en un periódico local. Al hombre no le pasará nada. No sabemos si la ambulancia puede estar parada o en movimiento.
Seguimos en Estados Unidos y vamos hasta Romboch (Virginia), donde parecen abogar por el ahorro de energía ya que es ilegal practicar sexo con la luz encendida.
Para el grueso de los mortales, en Nevada no es lícito practicar sexo sin condón. En cuanto a los miembros legislativos de este estado norteamericano (abogados, jueces y legisladores), son aún más restrictivos: ninguno de ellos podrá disfrazarse de pene durante una sesión legislativa.
Por último, para terminar con esta estrambotica recopilación, comentar que en los hoteles de Sioux Falls (Dakota), todas las habitaciones deben tener dos camas, separadas entre sí por lo menos 70 centimetros. Hasta aquí todo bien, pero la ley subraya que está prohibido mantener sexo en el espacio que hay entre los catres.
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