Cuando pienso en lo que hago
y también cuando no pienso…
cuando corro y cuando camino…
cuando digo lo que pienso y cuando callo…
cuando tomo decisiones
y cuando me las guardo…
cuando lloro y cuando río.
Siempre se corre el riesgo…
Cuando me animo y cuando me acobardo…
cuando digo la verdad y cuando miento…
cuando me juego por alguien
y cuando no lo hago por nadie.
Siempre se corre el riesgo…
De enamorarse de quien nos corresponde
y de amar a quien no nos ame nunca…
de entregar todo, mucho o poco que tengamos dentro…
de cometer errores pero también aciertos…
de apostar más de una ficha y no entender el juego…
o creer que las sabemos todas e ignorar tantas otras…
de soportarlo todo y no interesarnos por nada.
Siempre corremos el riesgo…
De tomar un camino equivocado o de creer
que el nuestro es el único correcto…
de animarnos o no a hacerlo…
poder creer o creer siempre que no puedo…
permitirme algo o coartar toda posibilidad de ser…
ser no es nada fácil… el no ser no tiene sentido.
Siempre corremos el riesgo…
Cuando creo y cuando desconfío…
cuando soy feliz y cuando no puedo serlo…
cuando me permito y me prohibo…
cuando me acerco y también cuando me alejo…
cuando abro puertas y cuando las cierro todas…
cuando veo una luz y cuando ando a oscuras…
cuando afirmo y cuando niego…
cuando elijo algo nuevo,
cuando me aburro de lo viejo…
cuando me río de mi mismo
y cuando lloro por lo ajeno.
Siempre corro el riesgo…
Cuando sostengo… cuando me caigo…
cuando estoy atento… cuando me distraigo…
cuando conozco algo nuevo
y me aferro a lo que tengo…
cuando llego demasiado temprano…
o cuando creo que para todo es tarde.
Siempre corremos el riesgo…
Cuando acepto todo sin cuestionarme nada…
cuando reveo mi historia
y me otorgo sólo desdichas…
cuando me sorprendo y cuando me aburro…
cuando llego y cuando creo que nunca alcanzo…
cuando construyo y también cuando me quiebro…
cuando me castigo por un fracaso…
o me galardono por un éxito
cuando me enojo y cuando protesto…
cuando se abren nuevos caminos
y cuando no veo ninguno.
Siempre corremos el riesgo…
Cuando piso fuerte y cuando resbalo…
cuando hiero y desestimo
y cuando pido perdón y me arrepiento…
cuando me veo en el espejo y me agrado
y también cuando no me miro…
cuando recuerdo y cuando olvido…
cuando comparto todo
o cuando todo me lo guardo…
cuando me cuido
y también cuando me abandono.
Siempre corro el riesgo…
Cuando propongo una idea
o no se me ocurre ninguna…
cuando admiro lo bello
y cuando me creo más que otros…
cuando me equivoco y también cuando acierto…
cuando pido perdón y cuando digo gracias…
cuando salgo a la calle a buscarte
y cuando vuelvo convencido
de que no voy a encontrarte…
cuando huelo tu perfume y no te veo…
cuando miro un mundo de colores…me ilusiono
y después me tropiezo..
cuando me levanto y cuando me acuesto..
cuando te cuento que de alguna manera
soy yo quien escribe
y también soy yo el que siento.
No apuestes a lo seguro…
a lo previsible….
ve un poco más allá..
¡No dejes de correr ese riesgo!
y también cuando no pienso…
cuando corro y cuando camino…
cuando digo lo que pienso y cuando callo…
cuando tomo decisiones
y cuando me las guardo…
cuando lloro y cuando río.
Siempre se corre el riesgo…
Cuando me animo y cuando me acobardo…
cuando digo la verdad y cuando miento…
cuando me juego por alguien
y cuando no lo hago por nadie.
Siempre se corre el riesgo…
De enamorarse de quien nos corresponde
y de amar a quien no nos ame nunca…
de entregar todo, mucho o poco que tengamos dentro…
de cometer errores pero también aciertos…
de apostar más de una ficha y no entender el juego…
o creer que las sabemos todas e ignorar tantas otras…
de soportarlo todo y no interesarnos por nada.
Siempre corremos el riesgo…
De tomar un camino equivocado o de creer
que el nuestro es el único correcto…
de animarnos o no a hacerlo…
poder creer o creer siempre que no puedo…
permitirme algo o coartar toda posibilidad de ser…
ser no es nada fácil… el no ser no tiene sentido.
Siempre corremos el riesgo…
Cuando creo y cuando desconfío…
cuando soy feliz y cuando no puedo serlo…
cuando me permito y me prohibo…
cuando me acerco y también cuando me alejo…
cuando abro puertas y cuando las cierro todas…
cuando veo una luz y cuando ando a oscuras…
cuando afirmo y cuando niego…
cuando elijo algo nuevo,
cuando me aburro de lo viejo…
cuando me río de mi mismo
y cuando lloro por lo ajeno.
Siempre corro el riesgo…
Cuando sostengo… cuando me caigo…
cuando estoy atento… cuando me distraigo…
cuando conozco algo nuevo
y me aferro a lo que tengo…
cuando llego demasiado temprano…
o cuando creo que para todo es tarde.
Siempre corremos el riesgo…
Cuando acepto todo sin cuestionarme nada…
cuando reveo mi historia
y me otorgo sólo desdichas…
cuando me sorprendo y cuando me aburro…
cuando llego y cuando creo que nunca alcanzo…
cuando construyo y también cuando me quiebro…
cuando me castigo por un fracaso…
o me galardono por un éxito
cuando me enojo y cuando protesto…
cuando se abren nuevos caminos
y cuando no veo ninguno.
Siempre corremos el riesgo…
Cuando piso fuerte y cuando resbalo…
cuando hiero y desestimo
y cuando pido perdón y me arrepiento…
cuando me veo en el espejo y me agrado
y también cuando no me miro…
cuando recuerdo y cuando olvido…
cuando comparto todo
o cuando todo me lo guardo…
cuando me cuido
y también cuando me abandono.
Siempre corro el riesgo…
Cuando propongo una idea
o no se me ocurre ninguna…
cuando admiro lo bello
y cuando me creo más que otros…
cuando me equivoco y también cuando acierto…
cuando pido perdón y cuando digo gracias…
cuando salgo a la calle a buscarte
y cuando vuelvo convencido
de que no voy a encontrarte…
cuando huelo tu perfume y no te veo…
cuando miro un mundo de colores…me ilusiono
y después me tropiezo..
cuando me levanto y cuando me acuesto..
cuando te cuento que de alguna manera
soy yo quien escribe
y también soy yo el que siento.
No apuestes a lo seguro…
a lo previsible….
ve un poco más allá..
¡No dejes de correr ese riesgo!
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