Por algún motivo inconsciente cuando pienso en poesía inevitablemente acude a mis pensamientos la"belleza" en cualquiera de sus misteriosas formas.
Dicen que la belleza está en la mirada, es decir, en los ojos que miran y creo que esto es cierto.
Percibimos subjetivamente la belleza dependiendo de múltiples factores, como culturales, sociales, religiosos, etc, y dentro de todo ese contexto la encontramos a través de nuestros gustos particulares aunque existan patrones generales dentro de los cuales se "encuadre" a la belleza, su percepción se relaciona íntimamente con nuestra particular recepción que vá más allá de lo meramente visual o auditivo, etc.
Si la belleza está en los ojos que miran es porqué está en nuestro interior, lo que percibimos como "bello" es algo que simplemente refleja, evoca o materializa la belleza que sentimos dentro.
Así como la belleza está en los ojos que miran yo creo que la poesía también está en la mirada y una siempre tiene al menos un poco de la otra, la poesía es bella y la belleza tiene destellos poéticos.
Acaso un poema no es solo un puñado de palabras que intenta transmitir "algo"?. Ese "algo", esa vivencia, ese estado de ánimo que se busca transmitir llega a ser poesía cuando nos sentimos identificados en la vivencia , cuando comprendemos a la perfección el estado de ánimo.
La poesía se "siente", y no está en el poema, siempre está en nosotros y a veces la encontramos.
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