El maltrato verbal suele ser tan sutil que a veces no nos damos cuenta cuando lo realizamos o cuando lo padecemos. Quién va a pensar que un miembro de nuestra familia (a quien queremos y quien, sin lugar a dudas, nos quiere) nos está descalificando o maltratando. Este tipo de conducta deja heridas muy profundas en quien las recibe, y puede llegar a condicionar todas nuestras acciones.
Gracias a una excelente iniciativa, en estos días vemos por TV un anuncio que intenta concientizar acerca del maltrato verbal, en este caso, a los niños (puedes ver el video aquí). Lógicamente, los niños son los más afectados por este tipo de actitudes, ya que ellos creen todo lo que los adultos les decimos. Si un niño crece pensando, por ejemplo, que no sirve para nada, que su hermano es más inteligente que él o que es un tonto, pues reflejará esto (y más) en su vida adulta. Adoptará conductas para validar esto que le han dicho sus mayores.
Asimismo, me parece importante prestar la debida atención a las dos aristas de esta problemática.
Por un lado, está el maltrato verbal que una persona ejerce, en muchos casos, sin darse cuenta del mal que realmente está causando. Quien descalifica a su semejante, desmerece sus logros e incluso le falta el respeto, ya sea como intento de manipulación, de mostrar su supremacía, de dependencia o la razón que fuera, no será por esto alguien con más poder real ni aumentará su importancia: lo hará ver como una persona mediocre que solo proyecta sus inseguridades de mala manera. Si en algún momento te das cuenta de que estás tratando a alguien de una manera que no desearías y lo lastimas con tus comentarios, pues bien vale la pena hacer el esfuerzo e intentar darle buen trato por uno o dos días… verás el hermoso resultado que obtienes.
Por el otro lado, quienes sufren de violencia verbal desarrollan sus personalidades como pueden, más que como quisieran, suelen ser personas inseguras, en casos retraídas, con baja autoestima (ya que, con el tiempo, se convencen de que lo que les dicen es verdad), con vacíos internos que intentan subsanar de distintas maneras (por ejemplo, buscando una pareja que las siga maltratando). La firme determinación de cambiar este patrón es el primer paso hacia una vida más plena, ¡bien posible! Hay muchos centros de ayuda y profesionales dispuestos a extender la mano para que la pesadilla quede, definitivamente, en el pasado.
¿Qué actitud tomas frente a la violencia verbal?
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