Tu vida actual y futura está profundamente determinada por los mensajes y automensajes que tu mente subconsciente ha recibido en el pasado.
En tu infancia recibiste una gran cantidad de afirmaciones que tu mente infantil no discriminó y aceptó automáticamente como reales. Por ejemplo: “eres un flojo”, “no sirves para nada”, “no tienes oído para la música”, “eres malo” y otros.
Luego, es posible que en tus años siguientes tu hayas contribuido con otros automensajes parecidos a estos: “no va a resultar”, “todo me sale mal”, “tengo mala suerte”, “no sirvo para criar hijos”, etc.
No todos los mensajes son negativos. Puede haber algunos muy buenos como: “eres muy inteligente”, “confío en ti”, “te quiero mucho”. Y automensajes como: “sé que voy a salir adelante”, “a mí siempre me va bien” o “me encanta lo que hago”.
Obviamente los mensajes y automensajes negativos y destructivos obstaculizan tu éxito y seguridad. Ellos generan temores, angustias, timidez, desconfianza, falta de fe, etc. Además, todos ellos son falsos, porque tú no naciste con esas negatividades o deficiencias. Simplemente tu mente subconsciente las aceptó como reales y sin darte cuenta, están emitiendo su radiación hacia tus comportamientos, contaminándolos y haciéndote la vida más difícil.
Tienes que destruirlos. Y para ello, tienes que comenzar por identificarlos. Luego, decirte muchas veces: yo no soy ese mensaje. Incorpora en seguida a tu mente un mensaje positivo que lo reemplace. Tu mente subconsciente lo grabará sobre el antiguo y tu vida futura será más fácil.
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