INTIMIDAD
A veces nos resguardamos contra cualquier intento de intimar con las personas que nos rodean, y mucho mas si es desconocida.
Tenemos miedo a intimar, aun sin darnos cuenta.
Tememos quedar al descubierto ante un desconocido y la verdad es que todos somos desconocidos, incluso para nosotros mismos, tememos entrar en ese recinto interno y descubrir lo que somos.
Para entrar en intimidad debemos quitarnos todas las defensas y esto nos asusta, nos sentimos indefensos.
Encontramos que nosotros escondemos muchas cosas y no solo de los demàs sino de nosotros mismos, reprimimos, tenemos tabùes e inhibiciones, por la educaciòn que nos ha dado nuestra sociedad y nuestor hogar.
Aun viviendo toda una vida con una persona podemos ser unos desconocidos, mantenemos las distancias para que no se aprovechen de nuestra debilidady vulnerabilidad.
Si no confiamos en alguien no podemos abrir nuestras heridas y las heridas del alma no sanan si no se abren, cuando mas se esconden mas peligrosas se tornan.
La intimidad es una necesidad imperante en nuestra vida, todos queremos intimar con alguien pero no abandonamos nuestras represiones, inhibiciones, tabues que nos imponen las religiones, los padres, la educaciòn y en consecuencia nunca llegarmos a intimar sinceramente con alguien.
Si no tengo intimidad me quedo solo en el universo.
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