- Silencio
- Falta de juicio
- Atención
Porque sin el silencio personal sólo vemos la vida relativa, la que tenemos dentro, no la de Dios, de la que la nuestra es sólo una parte.
Falta de juicio porque el juicio nos quita realidad. Hacemos que la realidad dependa de una opinión, de unos intereses. Cuando el juicio existe, todo lo demás lo hace a través de él.
Entonces, pongamos atención. Habiendo eliminado el juicio y el ruido, ya no somos nosotros atentos, no nosotros, el que lleva nuestro nombre y se gana la vida de tal manera, etc. Nos convertimos en Atención Pura. Esa es la visión de Dios.
No nos involucraremos, pero sabremos qué siente cada parte, aunque no simpatizaremos ya con ninguna (no juicio), porque lo hemos experimentado. Y veremos las situaciones desde todos los ángulos, y en este modo de ver se descubre el equilibrio en todo, hasta la visión más dantesca o descabellada, porque ya no tendrá estos adjetivos. Serán situaciones en las que todo mantenga a las otras partes y a la vez sea sustentado por ellas, y en cualquier cosa veremos la responsabilidad del inocente y la inocencia del culpable, hasta que todo sea en sí mismo lo que es porque está vinculado con lo demás y no habrá nada que falte ni que sobre. Todo serán piezas de puzzle y cualquier conjunto de ellas serán el puzzle, realizándose.
¿Qué se puede pensar de una pieza de puzzle? ¿Es mala o buena? Sólo debe encajar en el sitio destinado a ella.
Veremos puzzles emocionales. ¿Te imaginas qué es ver eso?
Es como una película, un drama, donde hay sádicos, víctimas, ricos, pobres, gente que avanza y gente que retrocede.
En cualquier puzzle emocional si una pieza existe lo hace también la que se acopla a ella, aunque se creen otras dos piezas duales entre ellas que hagan la apariencia de que las otras dos no tienen nada que ver.
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