Aunque de manera, muchas veces silenciosa, la violencia de género sigue estando presente a estas alturas de la existencia humana. ¿Hasta cuando terminará? ¿Qué tenemos que hacer para solucionarlo?
Cada uno, desde nuestras trincheras, de nuestra familia, profesión, círculo de relaciones, tenemos la obligación de hacer algo, empezando por no ocultar el sol con un dedo, por ser conscientes de lo que ocurre y no callarnos. No importa te suceda a ti en carne propia o a alguien que tú conoces.
Yo, en mi profesión como terapeuta, tengo la oportunidad de conocer personas maravillosas, increíbles por valientes y decididas, que dedican su vida a la protección de las víctimas de la violencia, no importa si son niños, mujeres, homosexuales, ilegales, o cualquier otro grupo o minoría que padece la violencia.
Yo, me inclino ante ellos, desafortunadamente, no todos tenemos el coraje de estas personas que están dispuestas o morir por no permitir más violencia en el mundo y por estar al lado de quien los necesita, dando todo e incluso más, por defender a esas personas que no tienen a nadie más que les brinde un poco de apoyo, que les ayude a tomar consciencia de que, como cualquier humano, son seres DIGNOS y merecen EL MISMO RESPETO QUE CUALQUIER OTRO SER HUMANO.
Por favor, TOMA CONSCIENCIA, no sigamos siendo cómplices a través del SILENCIO.
Ayudemos a quienes nos necesitan y hagamos todo Y MAS de lo que esté en nuestras manos para luchar contra el verdadero enemigo:
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