Ya es el tiempo y el Universo… nos convoca a convocar…para actuar. Que, cada día, seamos mas y mas convocando… sin distinción de género, credo, afiliación política y posición económica. Entonces…entraremos en unidad.
Ello responde a la necesidad de:
Despertar el Espíritu Colectivo…
Presentar una voz de aliento…de esperanza…
Recordar el verdadero propósito; el sentido de nuestra existencia…
Cumplir con nuestro verdadero destino; el que nos heredaron nuestros ancestros.
Así que nos corresponde:
1º Convocar a la unidad esencial; es decir, a pasar del corazón individual al corazón único….al corazón de todos que es, la escencia misma de el tradición y el costumbre.
2º Movilizar a la sociedad civil hacia la reconciliación. Ello significa:
- reunir lo que ha sido desunido;
- reconocer el lugar y la dignidad de cada miembro de la familia y de cada miembro de la comunidad
- reconocer que todos los grupos en la comunidad tienen derecho a existir, aunque sean contrarios
3º definir normas éticas de convivencia colectiva; es decir, antiguas y nuevas formas de relacionarnos basadas en el respeto, el amor, la justicia, la paz y la dignidad.
Mujeres: “Cuando recordamos que somos poderosas y estamos en estado de aceptación de la realidad, entramos en la vibración de los milagros”.
Ello implica pasar de un estado de esperanza a la certeza de que lo que pedimos y ofrecemos, se va a manifestar y esa es la escencia de lo Sagrado Femenino…la certeza que emana desde el amoroso centro de nuestro corazón.
“Todo lo que anhelamos, desde lo mas profundo del alma, es parte de nuestro potencial y nos pertenece”. Co crear implica saber que lo merecemos y tener el poder colectivo de la manifestación.
Así que… si hemos de honrar lo Sagrado en c/u, abandonémonos al sentimiento del Amor Mayor; es decir, sin condiciones ni expectativas… al amor que nos lleve a asociarnos, desde el centro del ser de cada una; de cada uno y no, entre personalidades… como en el viejo paradigma.
En síntesis, ésta es una convocatoria que se nos hace para que asumamos la responsabilidad del restablecimiento social de la salud física, mental y emocional; la expansión de la consciencia y el desarrollo espiritual en nuestro país. Ello en armonía con la naturaleza…realizando, así, las supremas aspiraciones de bienestar, prosperidad material y florecimiento espiritual de nuestra nación.
Suena tan bello…que parece utópico. Pero No lo es. Recapitulemos y hagamos consciencia de todo lo que nos hemos preparado para éste momento; de todo lo que nos ha sido entregado en nuestro caminar por la senda del espíritu….de aquello a lo que nos hemos comprometido.
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