Las inundaciones que el pasado mes de enero afectaron gravemente a Pakistán ha convertido a las árboles del país en la nueva casa de las arañas. Los insectos se subieron a los árboles para salvarse del agua y ahora les han atrapado en sus telas de araña.
Aunque en un principio iba a ser su hogar temporal, la tardanza con que el agua de las inundaciones ha bajado, ha transformado a estos árboles de la localidad de Sindh en auténticos capullos arácnidos provocando un paisaje entre curioso, espectacular y desagradable.
Los habitantes de esta zona de Pakistán nunca habían visto antes un fenómeno similar, que además de crear este peculiar paisaje ha reducido el número de mosquitos típicos de esta zona.
Al parecer los mosquitos se quedan atrapados en las telas de araña, lo que ha reducido considerablemente su número para beneficio de los habitantes de la localidad.
Esto reduce, por tanto, los casos de malaria, lo que sería una bendición para el pueblo de Sindh, frente a las dificultades de otros tantos pueblos después de las inundaciones.
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