La preocupación de la comunidad científica está basada en los espasmos inexplicables de la magnetósfera, debido a la baja velocidad del viento solar y la ausencia de "hoyos coronales" que emitan flujos de viento solar ionizado. A la vez, una erupción de filamentos magnéticos se dió en el sol el 28 de marzo pasado, pero este pasó lejos de la Tierra.
Estos datos generan la pregunta: ¿Qué está causando las anomalías en la magnetósfera terrestre?
Según el alarmista blog The extinction protocol, la última pieza del extraño rompecabezas presentado, muestra que la página web que brinda datos acerca del campo magnético de la tierra (USGS) fue modificada por última vez el 8 de marzo de 2011 - 3 días antes del mortal terremoto de 9,0 y el tsunami azotó Japón. Eso significa que a la luz del poder menguante del campo magnético del planeta durante este proceso de inversión -dos de las principales fuentes sobre estos datos, el USGS y las NTIC (sitio japonés) estuvieron desactualizadas, algo que llamó poderosamente la atención a quienes siguen estos temas.
Anomalías en la magnetósfera
Las rarezas y el comportamiento extraño de la magnetósfera (la protección magnética natural que tiene la tierra contra emisiones solares) se vienen incrementando en los últimos años.
En diciembre del 2008 una nota de NASA daba a conocer el descubrimiento de la disminución en la altitud de la ionosfera, la capa de la atmósfera terrestre en contacto con el espacio exterior, en donde la radiación solar choca con nuestra atmósfera.
Esta anomalía ya había sido observada anteriormente, pero no de la magnitud observada en esa oportunidad.
En su artículo "Anomalías en la Ionosfera y la Magnetosfera Terrestres", el biólogo mexicano Nasif Nahle, explicó los fenómenos para el sitio Biology Cabinet.
"La altitud y el grosor de la ionosfera dependen de la radiación ultravioleta proveniente del Sol que incide en los límites superiores de la capa atmosférica en cuestión, por lo que la deducción lógica es que la cantidad de radiación ultravioleta proveniente del Sol había disminuído considerablemente. De inmediato asocié esta anomalía con la lasitud del Sol para entrar a su ciclo de actividad número 24, el cual aún no se establece cuando debería haberlo hecho ya hace más de un año.
Apenas estaba desentrañando la nota sobre la ionosfera cuando recibí un comunicado de NASA sobre el descubrimiento de una gran abertura en el campo magnético de la Tierra. El campo magnético terrestre es nuestro escudo protector contra las partículas energéticas del viento solar.
En NASA dijeron que ellos jamás habían observado una falla tan grande en la magnetosfera ocasionada por una fluctuación en el campo magnético solar Norte. El campo magnético solar está fluctuando, o moviéndose, y está afectando a todos los cuerpos del sistema solar, entre ellos la Tierra.
Relacioné la fluctuación magnética terrestre con la pérdida de poder de los fotones portadores de fuerza electromagnética provenientes del Sol y del espacio interestelar. Esto ya se me había ocurrido antes, cuando supe de la eyección de hidrógeno sin “quemar” en el limbo oeste del disco solar.
Lo cierto es que esto ya ha pasado antes en la existencia del sistema solar… La diferencia es que ahora tenemos aparatos para darnos cuenta de la magnitud de la fluctuación.
Las consecuencias a corto plazo es que nuestros inviernos serán más crudos, probablemente glaciales, y prolongados. Es como si hubiésemos dejado la puerta de casa abierta en plena tormenta invernal. El calor escapa al espacio sideral; sin embargo, la Tierra posee inmensos océanos que capturan la radiación solar entrante, de tal forma que no nos veríamos afectados en gran medida.
No sabemos qué efectos causarán esas anomalías sobre los seres vivientes en la tierra. Una cosa es cierta, la vida se verá afectada en una forma u otra, aunque no sabemos cómo será trastornada. Asumo que será un desafío para que los individuos evolucionen.
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