“La transformación de la actitud es el primer principio. Observa tu estado mental…elimina la agresión, baja la velocidad. Agresión y velocidad son los dos peligros de la época”. Él aconseja que los pensamientos afloren y se asienten…después de que haya claridad. “No se trata de pensar sobre el asunto, se trata de vigilar los pensamientos”.
Alto estrés, tensión y preocupación son los subproductos de nuestra capacidad de generar demasiada conversación mental. El Budismo tiene una definición de la mente más amplia que nosotros en occidente, la cual deberíamos aceptar. Existe la esperanza, y la solución se encuentra en nosotros mismos. Si aceptamos disminuir la velocidad, sentarnos calmadamente, eliminar la agresión y ser amables con nosotros mismos, comenzaremos a disipar los obstáculos.
Sogyal continúa, “Date un recreo. La naturaleza de la mente es tal que ella encontrará su estado de equilibrio. Todo está en la mente: la inspiración está ahí; junto a la sabiduría, se encuentra la confusión. La mente es la raíz de todo. Anda al corazón de ello. Perfecciona la benevolencia para dominarte y entender. La meditación es remover el desorden innecesario, clarificándote a ti mismo. Igual como el agua se torna cristalina cuando se aquieta, lo mismo ocurre con nuestra mente.”
La elección es tuya. Si calmas tu paso rápido y priorizas moverte con una “mente atenta”, creando un momento de meditación cuando y donde sea necesario, puedes comenzar el sendero de la calma y la claridad, siempre recordando que el Buda no está afuera. El Buda está en nuestro interior, y tú sólo debes alejar las nubes en tu mente para obtener un cielo abierto a una conciencia inspiradora. De acuerdo con la filosofía budista, la claridad es el estado innato de nuestra mente, y es el pensamiento quien la oscurece.
Depende de ti mantener todos tus pensamientos junto a ti. En vez de trabajar con un pensamiento, puedes liberarlo. Las preocupaciones se transforman en algo real cuando permites que éstas permanezcan en tu mente. Sogyal nos aconseja ver nuestros pensamientos como olas, elevándose para luego disolverse en el gran océano. Todos tenemos hábitos mentales, de manera que el proceso de liberarse de ellos es difícil y simple a la vez. Cuando tengamos problemas para liberar un pensamiento, es útil usar la técnica meditativa de concentrarte en la respiración. Enfocándote en respirar, inhalando y exhalando, el pensamiento es liberado naturalmente y podemos comenzar de nuevo. Tú puedes hacer esto en cualquier momento y lugar: en la oficina, el auto, la sala de reuniones o el baño, mientras cambias a tu bebé o compras mercaderías. Si fuera una píldora, este ejercicio estaría en la lista de las curas más efectivas para la hipertensión que la ciencia haya descubierto.
Perseverancia y Ritmo Constante
Perseverancia y Ritmo Constante
Una vez que empiezas a trabajar en el plan de lograr las metas que te has establecido, no te detengas. Cada uno de nosotros tiene una reserva profunda de energía. A esto debes añadir tu compromiso, tu voluntad de mantenerte sin importar lo que pase. Los demás lo notarán y serán movidos por tu energía y determinación. La perseverancia es esencial, la que te permitirá efectivamente vencer los desafíos y avanzar a través de ellos. Tienes que mantener un ritmo constante, y es difícil hacerlo si continuamente estás deteniéndote y avanzando. Ascendemos la montaña, alcanzamos la cima, luego descendemos y cruzamos el valle hasta encontrar la siguiente montaña.
Luego de alcanzar la cima, retornar al valle parece una experiencia menos dura. Espiritualmente, sin embargo, no es diferente. Es sólo otra experiencia. Somos nosotros quienes elegimos cómo percibimos la experiencia de la cima. De manera que si sentimos la experiencia del valle como “menos que”, se torna fácil modificarla. Estarás gratamente sorprendido de lo que sucede allí.
Mientras continúas perseverando en medio del valle, debes mantener una regularidad constante, ya que nunca sabes quién está observando. Los desarrollos más sorprendentes ocurren cuando menos se esperan. Nosotros ahora miramos lo que comúnmente se llaman “milagros” como fenómenos naturales. Frecuentemente, éstos suceden durante o inmediatamente después de un período de prueba a nuestro compromiso. Esa es otra razón más para mantener un enfoque claro y no distraerte, incluso si pareces encontrarte en un período inactivo.
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