1. Una masa crítica: Tomando conciencia de las coincidencias en nuestra vida. ¿Te sientes inquieto? No estás solo: Todos están empezando a buscar más significado en su vida. Pon atención a esas “coincidencias” – que parecen ser eventos destinados a suceder. Son realmente eventos sincrónicos y siguiéndolos, entrarás en tu camino de verdad espiritual.
2. Una nueva manera de mirar el mundo: Observa nuestra cultura dentro de su contexto histórico. La primera mitad del pasado milenio se malgastó bajo el pulgar de la iglesia; en la segunda mitad sólo nos preocupamos del bienestar material. Ahora, al fin del siglo XX, eso ya no nos importa. Estamos listos para descubrir el principal propósito de la vida.
3. Un universo de energía dinámica: Empieza a conectarte con la energía que envuelve las cosas. Con práctica, aprenderás a ver el aura alrededor de los seres vivos y aprenderás a proyectar tu propia energía para entregar fuerza.
4. La lucha por el poder: Competencias por la energía humana. Una competencia inconsciente por energía es la base de todos los conflictos. Dominando o manipulando a otros, nos da energía extra que pensamos necesitar. Seguro que se siente bien, pero ambas partes resultan dañadas en el conflicto.
5. Conectándose con la energía divina que llevas dentro: La clave para sobreponerse al conflicto en el mundo es la experiencia mística, que es alcanzable para cualquiera. Para nutrir lo místico y construir tu energía, déjate llenar por un sentimiento de amor.
6. Aclarando el camino: Descubriendo tu ruta en la vida. Los traumas de la niñez bloquean nuestra habilidad para experimentar lo místico. Los humanos, a causa de sus cargas, desembocan en uno de cuatro “dramas de control”: Los intimidadores roban energía del resto con amenazas. Los interrogadores la roban juzgando y cuestionando. Los reservados atraen atención (y energía) coqueteando. Y las víctimas, nos hacen sentir culpables y responsables por ellos. Date cuenta de la dinámica familiar que ha creado tu drama de control y concéntrate en la pregunta principal, que es, ¿cómo poder hacer de tu vida una vida de un mayor nivel a la que tuvieron tus padres?
7. Conociendo tu misión personal: Fluir. Una vez que hayas aclarado tus traumas, puedes construir energía a través de la contemplación y meditación, concentrándote en el cuestionamiento básico de tu vida y empezando a hacer caso a las intuiciones, sueños, coincidencias sincrónicas, para llevarte a la dirección de tu propia evolución y transformación.
8. La ética interpersonal: Animando a otros. No puedes realizar esa evolución sólo; empieza a practicar la nueva “ética interpersonal”, animando a quienes crucen tu camino. Habla con gente que espontáneamente haga contacto visual contigo. Evita las relaciones de interdependencia. Pon atención a los dramas de control de otras personas. Cuando estés en grupos, habla cuando el espíritu – en vez del ego – te motive.
9. Evolucionando a estados superiores: El propósito es evolucionar más allá de este plano. Menos gente y más bosques nos ayudarán a mantener nuestra energía y a acelerar nuestra evolución. La tecnología hará la mayor parte del trabajo por nosotros. A medida que valoramos la espiritualidad más y más, eventualmente, reemplazaremos la economía de mercado y nuestra necesidad de un empleo remunerado. Podemos conectarnos con la energía de Dios de una manera que tal, que eventualmente lleguemos a ser seres de luz, que caminen directamente al cielo.
Sólo por hoy:
No te enfades.
No te preocupes.
Da gracias.
Trabaja honestamente.
Sé amable.
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