La manera de superar tus miedos es atravesándolos. Haz eso a lo que le temes y el miedo perderá el control que ejerce sobre ti.
El miedo puede ayudarte a evaluar el riesgo y a prepararte para todo tipo de situaciones desafiantes. Pero el objetivo del miedo no es detenerte.
Algunos miedos están totalmente justificados mientras que otros son francamente tontos. Sin embargo, no importa cuán válido pueda resultar un miedo, jamás hay motivo alguno para que pueda controlarte.
Ciertamente, observar cuidadosamente antes de avanzar es importante. Y tan importante como eso es que, luego de una adecuada cantidad de análisis y preparación, realmente te pongas en marcha.
Confianza, habilidad, fortaleza y éxito no se generan buscando refugio en aquello que ya te resulta cómodo y conocido. Se construyen aventurándote en territorios desconocidos, preparándote para enfrentar los desafíos y estando decidido a hacer lo que sea necesario.
Primero deja que el miedo agudice tu conciencia, y luego permítele que te inspire a actuar. Al otro lado del miedo está el logro que buscas.
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