LA AGENDA DE MADRE
Despunta un nuevo ciclo evolutivo. Somos seres en transición y todos estamos incluidos en la preparación para el ingreso de la especie humana en otro estado. ¿Cómo dar este paso? ¿Cómo recibir las semillas esparcidas y contribuir para que germinen?
En aquello que denominó Agenda, Madre, la colaboradora de Sri Aurobindo, nos informó sobre el estado de conciencia que nos aguarda. Habiendo experimentado paso a paso la transición en sí misma, hoy sus relatos pioneros constituyen un valioso legado para nosotros.
Según Madre, el nuevo mundo que está surgiendo no es una modificación del anterior, sino algo completamente diferente. Por el momento lo viejo y lo nuevo están mezclados: lo viejo continúa dominando la conciencia común, y lo nuevo se va introduciendo, sin que la mayoría lo note. De manera impeceptible, lo nuevo trabaja.
Por intermedio de cada mónada encarnada la sustancia material del ser humano va progresando, evolucionando. Un día esa sustancia establece un puente entre la vida física, tal como la conocemos, y esa vida superior que está por manifestarse. El conocimiento, entonces, será sustituido en forma inédita por algo que no tiene nada que ver con la mente, y cada vez menos con la visión; algo superior, un modo de percepción inusitado: un saber. Está por encima de la mente, por encima de la visión. Es una percepción total, mucho más verdadera.
Madre relata que a partir del momento en que se está en esa "otra conciencia" las cosas que hoy nos parecen tan reales, tan concretas, cambian de repente. Algunas condiciones materiales del cuerpo se transforman de modo instantáneo y no vuelven a ser como antes. Ella dice que si mantuviésemos todo el tiempo esa conciencia, viviríamos un perpetuo milagro. No obstante, desde el punto de vista supramental, eso no sería un milagro, sino un hecho normal.
En su Agenda, Madre revela que dentro del cuerpo físico del ser humano existe un estado de omnipotencia, luminosa y estática, que en las células existe un sentimiento de eternidad, y que es posible activarlo. Tenemos que entrar en sintonía con esto, abrir los caminos, permitir que llegue. Es algo absolutamente nuevo e "inmóvil". Es poder, luz y amor sin límites.
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