1. No me compares con nadie, especialmente con mi hermano o hermana. Si me haces quedar mejor que los demás, alguien va a sufrir; y si me haces lucir peor que los demás, seré yo quien sufra. 2. No me des sin medida, todo lo que te pida. A veces pido para saber hasta cuánto es razonable tomar. 3. No me grites. Te respeto menos cuando lo haces, y me enseñas a gritar a mí también, y yo no quiero perder el respeto por ninguno de los dos. 4. No estés siempre dando órdenes. Si en vez de órdenes, a veces me pidieras las cosas, yo lo haría más rápido y con más gusto. 5. Cumple las promesas que hagas, buenas o malas. Si me prometes un premio, dámelo; si es una penitencia sostenla. 6. No digas mentiras delante mío, ni me pidas que las diga por ti, ni siquiera para sacarte de un apuro. Me hace sentir mal y perder la fè en lo que dices. 7. No cambies de opinión tan a menudo sobre lo que debo hacer; decìdete y manten tu decisión, porque si no viviré siempre pendiente del próximo cambio de idea. ...
!No hay nada más apasionante que hacerse preguntas, cuestionarse la vida y preguntarse todo lo que es importante para cada uno¡