Un área donde necesitamos volvernos responsables es en el ámbito de las relaciones. Sobre este tema se podría escribir un libro entero. Digamos solamente que la mayor responsabilidad en las relaciones, es nuestra. Tenemos que ser lo más honestos que sea posible con nosotros mismos. En la medida en que somos honestos con nosotros mismos, podemos practicar el ser honesto con los demás. Esta es la línea que abre la comunicación entre dos o más personas en una relación de cualquier tipo.
Una vez que hemos establecido la honestidad como base, podemos aprender a confiar. La confianza viene de experimentar la honestidad del otro. No puede haber confianza si no ha habido una historia de honestidad en la relación. Primero tenemos que ser honestos con nosotros mismos, después, podemos ampliar nuestra honestidad a los demás y esperar honestidad de ellos.
Esta no es la clase de honestidad que hiere los sentimientos de la gente por decirles que no nos gusta su vestido cuando no han pedido nuestra opinión. Esta honestidad se basa en ser lo que somos. Habla bien de nosotros, nos permite ser mejores y permite que otros sean lo que son sin conceder licencia a nadie para ofender a otro intencionalmente.
Todos necesitamos nuestro espacio para experimentar y crecer espiritualmente sin herir a otros en el proceso. Y cuando ofendemos, necesitamos arreglar las cosas. De esta manera, estaremos en el camino de establecer una relación honesta con los que nos rodean. También tenemos que perdonar a otros que piden nuestro perdón. Debemos incluir en esta categoría, incluso los que realmente no solicitan nuestro perdón; nuestra voluntad de ser inclusivos ayuda a nuestra propia alma a encarnar actitudes de perdón. Negarse a perdonar significa que todavía no nos hemos perdonado a nosotros mismos y, en consecuencia, seguiremos atrayendo experiencias desagradables para nosotros. Cuando perdonamos a otros, también nosotros somos perdonados, y nuestra "casa se vuelve limpia."
Responsabilidad en las relaciones es importante si queremos paz y armonía en nuestras vidas. Estamos aquí para aprender a tener relaciones amorosas en las que podemos compartir honestidad y aceptación de lo que somos: seres espirituales, cada uno tratando de hacer nuestro camino hacia la montaña. Cada uno lleva su propia carga, y, aunque podamos ayudar, no podemos hacer el camino del otro. Cada uno de nosotros debe hacerlo solo, siendo responsable de sí mismo y de la carga que lleva.
Si alguien a quien amamos opta por sentarse junto a la ladera de la montaña o ir a nadar en el arroyo cercano y al mismo tiempo queremos seguir subiendo, tenemos que tomar una decisión. ¿Seguimos adelante, o nos quedamos atrás? La elección es nuestra. ¿Cómo podemos ser fieles a nosotros mismos? A pesar de que amamos a esta persona, ¿podemos ser felices quedándonos atrás? ¿Dónde yace nuestra responsabilidad? ¿Está en nosotros, o con la persona que amamos? Responsabilidad implica tomar decisiones que no siempre son fáciles.
Jill Downs - The Awakening of the Heart
Traducción CF
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