Seguramente has escuchado hablar de este moderno método de cura que tiene como base la risa y que la utiliza como camino para sentirse mejor, sanarse de algún mal físico o eliminar la depresión o la angustia.
Y es que se ha comprobado científicamente que la risa aporta múltiples beneficios: rejuvenece, elimina el estrés, las tensiones, la ansiedad, la depresión, el colesterol; adelgaza, ayuda a combatir los dolores, el insomnio, los problemas cardiovasculares, respiratorios y en general de cualquier enfermedad.
La Risoterapia o Geloterapia, palabra que viene del griego gelos que significa reír. La Risa es una hermosa puerta para lograr la relajación, abrir nuestra capacidad de sentir, de amar, de llegar al silencio, al éxtasis, a la creatividad, ayuda a liberar las tensiones del cuerpo.
Diferentes corrientes filosóficas conocen desde hace siglos la importancia de la risa y el sentido del humor. Hace más de 4000 años en el antiguo imperio chino, había unos templos donde las personas se reunían para reír con la finalidad de equilibrar la salud. En la India también se encuentran templos sagrados donde se puede practicar la risa.
En culturas ancestrales de tipo tribal, existía la figura del "bufón" o "payaso sagrado", un hechicero vestido y maquillado que ejecutaba el poder terapéutico de la risa para aliviar tensiones y curar a los guerreros enfermos.
Sigmund Freud atribuyó a las carcajadas el poder de liberar al organismo de energía negativa, algo que ha sido científicamente demostrado al descubrir que el córtex cerebral libera impulsos eléctricos negativos un segundo después de comenzar a reír.
Hunter “Patch” Adams, en la decada de los 70, revolucionó con la propuesta de un poderoso medicamento llamado la alegría. Patch Adams habló del poder de una sonrisa, de que la labor del médico no era sólo curar enfermos, sino que también hacer que las personas pudieran tener una mejor calidad de vida, aun cuando estuvieran enfermas. Observó que los pacientes felices tenían mejores herramientas para luchar contra las enfermedades y trabajó duramente para que los hospitales fueran lugares más acogedores.
En los últimos 30 años se ha avanzado mucho en la aplicación de las carcajadas como terapia para combatir todo tipo de enfermedades, los estudios indican que mientras reímos liberamos gran cantidad de endorfinas, responsables en gran parte de la sensación de bienestar.
Un último estudio realizado, desde el terremoto de Los Angeles en 1994 hasta el año 2004, por Investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Maryland en Estados Unidos parece confirmar que la risa es un buen aliado para el corazón. El doctor Michael Miller, director de cardiología preventiva de la Centro Médico de la mencionada Universidad, señaló que "dados los resultados de nuestro estudio, se puede concebir la idea de que reír puede ser importante para mantener la buena salud del endotelio y, por lo tanto, disminuir los riesgos de un problema cardiovascular", por lo que sugiere 15 minutos diarios de reír a carcajadas con la ayuda de un video que tenga escenas cómicas.
Por otro lado, se ha comprobado que los enfermos de SIDA o de cáncer tienen una mayor resistencia mientras mejor es su estado anímico. Por esta razón, en Canadá, específicamente en Ottawa, los atienden con sesiones de risoterapia. Los especialistas descubrieron que la risa es un buen medicamento que renueva la energía del enfermo y le estimula ante su padecimiento.
Por lo tanto, la risa no es sólo una manifestación de alegría sino que es una de las mejores herramientas, y la más natural, para mejorar nuestra salud. Cerca de 400 músculos se ponen en movimiento cuando reímos. Gracias a ello, además de producir un agradable masaje vibratorio en todo el organismo, se produce una sensación de relajación y bienestar por la contracción y distensión muscular. La risa fortalece el sistema inmune puesto que provoca una respuesta cerebral que estimula la producción de neurotransmisores como la melatonina y la serotonina. La primera, previene el daño oxidativo, ralentiza el proceso de envejecimiento y el deterioro neurodegenerativo. La serotonina, por su parte, regula la sensibilidad al dolor, los estados depresivos y la ansiedad. También aumenta la capacidad pulmonar debido a que la cantidad de aire que entra en el organismo es mayor e incrementa la oxigenación. La risa incluso tiene su propio lugar físico en el cerebro, que se encuentra en el córtex prefontal, la zona más humana del cerebro ya que no la desarrollan otros animales. Según los expertos en ella reside la creatividad, la capacidad para pensar en el futuro y la moral. De ahí que seamos los únicos seres con capacidad de reírnos. Y por si fuera poco, durante el período de la risa los mecanismos de defensa y de represión sicológica del individuo se rompen totalmente. De este modo, la persona se desinhibe y experimenta una mayor expresividad de sus emociones.
El Reír es natural, un bebé a las 36 horas de nacido puede ofrecer una sonrisa a sus padres. Los niños ríen un promedio de 300 veces al día, mientras que un adulto lo hace menos de 100 veces en el mejor de los casos, al convertirnos en adultos hemos perdido la capacidad de reír a carcajadas y nos molesta que los niños lo hagan, creando una cultura en los jóvenes de que la realidad de la vida es estar serios y con el seño fruncido.
Una sonrisa vale mucho para el que la recibe y a uno no le cuesta nada. Definitivamente, es de sabios tomarse la vida con buen humor, ver el lado positivo de las cosas y ser optimistas. Es una de las mejores opciones para experimentar bienestar.
El empleo de la risa y del buen humor como terapia consiste en la presentación de situaciones que desencadenan la risa o la sonrisa o la carcajada en el usuario, bien sea un paciente hospitalizado, o una persona con algún padecimiento o pacientes convalecientes o simplemente personas sanas que deseen experimentar bienestar; el empleo de esas situaciones graciosas debe ser sistemático y organizado de manera tal que pueda adquirir el carácter de terapia y así poder llegar a la carcajada, entre ellas: la expresión corporal, el juego, la danza, ejercicios de respiración, masajes, técnicas para reír de manera natural, sana, que salga del corazón, del vientre, de un modo simple como los niños.
Para algunos estudiosos y practicantes de la risoterapia, ésta constituye una terapia alternativa, para otros, complementaria de algún tratamiento médico, para otros especialistas, es un método para afrontar mejor la vida cambiando la forma de pensar, de negativa a positiva, mediante la práctica de la risa y el desarrollo del buen humor.
Los beneficios de la risa, asumida como terapia o como simple conducta momentánea en el cuerpo humano, se señalan a continuación:
· Ayuda a la relajación, se dice que un minuto de risa diario equivale a 45 minutos de relajación.
· Permite la liberación de inhibiciones.
· Desarrollar una actitud positiva ante al vida.
· Masajea el vientre y las vías digestivas.
· Contracta los músculos de la cara, el diafragma y abdominales, multiplicando por cuatro el intercambio respiratorio, se mueven doce litros de aire, en vez de los seis habituales, lo que mejora la respiración.
· Cura problemas como la depresión, la angustia y la falta de autoestima.
· Reduce el insomnio, así como los problemas de relación antes de conciliar el sueño, las carcajadas generan una sana fatiga que elimina el insomnio.
· Fortalece el corazón.
· Facilita la digestión al hacer vibrar el hígado, se evita el estreñimiento, mejora la eliminación de la bilis y se estimula el bazo.
· Baja la hipertensión aumentando el riego sanguíneo, ya que se relajan los músculos lisos de las arterias con lo que se reduce la presión arterial y se tonifican los músculos que hay en el rostro, porque una carcajada continuada activa casi la totalidad de ellos.
· Cuando uno se ríe segrega más adrenalina, lo que potencia la creatividad y la imaginación.
· La risa permite que el cerebro y nuestro cuerpo segreguen endorfinas; de hecho, una simple sonrisa emite una información que activa esa segregación. Las endorfinas, específicamente las encefálicas, tienen la capacidad de aliviar el dolor. Por otro lado, las endorfinas envían mensajes desde el cerebro hasta los linfocitos y otras células para combatir los virus y las bacterias; además, las endorfinas desempeñan un papel esencial en el equilibrio entre el tono vital y la depresión. Lo mejor de todo es que para segregar endorfinas no es necesario trotar o batir un récord, solo hay que reír, o mejor carcajear, estar de buen humor.
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