Abrirse paso en el propio duelo se llama trabajo de duelo . No creo que exista otra palabra que describa mejor lo que se tiene que soportar que la palabra trabajo. El duelo es trabajo y es uno de los más intensos que se pueda emprender.
Ver el duelo como trabajo, ayuda a abordarlo de manera activa. Sirve para darse cuenta que otros no sean los responsables de hacerle sentir bien nuevamente.
Existen tareas que no se le pueden asignar a ninguna otra persona. Nadie puede realizar por usted el trabajo de reconocer la muerte de un ser querido, nadie puede encargarse de la difícil tarea de decir adiós y dejar ir a la persona. Cada uno lo debe realizar.
En un trabajo de duelo se tiene que trabajar aún cuando no se siente con ganas de hacerlo. Puede sentirse mejor si no se habla de ciertos sentimientos y evita hablar de algunas cosas; sin embargo, llega el día en que se da cuenta que esos sentiminetos existen, que todavía están allí y es necesario hablar al respecto con alguien que le comprenda.
En la medida que se retrase para atacar estos sentimientos, será más difícil y desagradable el trabajo de duelo. El duelo no es una enfermedad, pero si se trata de evitar el trabajo de duelo, podría enfermarse.
Existen investigaciones en donde se dice que el 25% de las personas que están atravesando un duelo, experimentan una disminución del funcionamiento del sistema inmunitario, esto explica en parte el índice más alto de enfermedades de las personas en duelo. Esta investigación también demostró que esa deficiencia del sistema inmunitario puede evitarse.
El trabajo de duelo, por tanto, incluye encargarse de las necesidades físicas y también de las emocionales.
EL TRABAJO DE DUELO EFECTIVO NO PUEDE REALIZARSE AISLÁNDOSE.
Existen algunos mitos en torno al trabajo del duelo por ejemplo:
El duelo es una experiencia tan personal que debes guardártela para tí mismo.
Nadie más puede ayudarte. Tienes que manejar tu propio duelo.
Esto es opuesto a la verdad!
El duelo nunca debe ser un asunto privado. Necesita hablar de sus experiencias y sentimientos, puede escuchar lo que sucede a otras personas, de ahí se obtiene más que consuelo, proporciona la fuerza requerida para soportar la duración y la carga del duelo.
En caso de guardar el duelo para sí mismo, se corre el riesgo innecesario que se desvirtúe.
LOS HOMBRES Y EL DUELO
Los hombres parecen tener más dificultades para compartir sus experiencias de duelo; posiblemente tenga relación con el hecho del temor masculino al sentimentalismo. La misma sociedad se ha encargado de hacer creer que las lágrimas son signo de debilidad y falta de carácter. El precio que se paga por estas absurdas creencias es muy alto.
Los hombres tiene las mismas necesidades básicas que las mujeres de recuperarse de manera saludable del duelo. Implica la necesidad de estar con otras personas que hayan pasado por la misma experiencia y hablar de manera abierta y espontánea acerca de lo que les ocurre en su interior como resultado de la pérdida.
A los hombres que hayan sufrido una pérdida significativa les recomiendo que no intenten manejarlo solos. En caso que no se sientan bien en un grupo de mujeres, investiguen un grupo de hombres para poderlo manejar.
COMENTARIOS DESCUIDADOS DE LA GENTE
Existen comentarios que se pueden calificar de crueles. Las personas que están en duelo, suelen padecer rechazo por llorar o ser recompensadas por mostrar una sonrisa de oreja a oreja, mostrarse felices aunque por dentro sienten morirse.
Es probable que algunas amigos eviten su presencia por no saber qué decirle. Los compañeros de trabajo podrían tener miedo a decir algo inapropiado que le altere por lo que optan por quedarse callados. Parece que se forma una conspiración de silencio cada vez que usted esté presente.
Recordemos que muchas veces la agente se aleja simplemente por no saber la manera de ayudar por lo que es de vital importancia encontrar un grupo de apoyo que le escuchen un consejero si los amigos y familiares se sienten incapaces de hacerlo.
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