Capricornio......

La cuarta etapa del año ha llegado, la experiencia y la sabiduría de la vejez, nos recuerdan que “Más sabe el diablo, por viejo, que por diablo”.
El sol ha entrado en Capricornio el décimo signo del zodiaco, regido por Cronos – Saturno. Es invierno para el hemisferio norte, el dios blanco reina y la naturaleza cambia a sus ropajes invernales.
Capricornio es un signo cardinal de tierra, tiene la iniciativa que le da comenzar una estación y la estabilidad y practicidad propias del elemento tierra. La consigna de invierno es: Sobrevivir. Es ahora cuando las condiciones son más adversas a la vida externa.
El Dios sol ha perdido toda su vitalidad, su poder yang; las sombras, la muerte y la oscuridad o principio yin de frío y humedad, le han vencido el día del Solsticio. Pero gracias al principio de Impermanencia su derrota ha sido temporal, la ley cíclica de la naturaleza viene en su auxilio y poco a poco la LVX, la vida, el calor del espíritu empieza gradualmente a cobrar fuerzas, es como si resucitara, resurgiera, o naciera de nuevo.
El héroe solar se apoya en la columna negra de saturno, el pilar del rigor que es sin embargo “La puerta de los Dioses”.

Capricornio al ser el décimo signo se relaciona numerológicamente con el 10, y por tanto con las 10 esferas –sephiroth- del Árbol de la Vida qabalístico –Etz ha Jaiim- muy particularmente con la sephirah 3 Binah o Entendimiento donde reina Aima la Madre Suprema y con la 10 Malkuth o el Reino, sede de Kallah la novia del Microprosopus o rostro menor, el Adam Kadmon u Hombre arquetípico. Estas son dos esferas femeninas relacionadas en el Tarot con las Reinas y las Sotas, la Madre Celeste y la Madre Terrestre; la Tierra alquimica que junto con Saturno rigen la dirección del centro, corazón, esencia o individualidad, y la Tierra física cuyo reino es el lado externo de las cosas, la superficie, la personalidad. Así que Capricornio puede quedarse atrapado en las necesidades externas o conquistar la libertad interna, dualidad representada por sus dos Cartas: El Diablo y El Mundo, Capricornio y Saturno, Claves XV y XXI, primera y última de la tercera hilera del estudio llamado Tableau del Tarot, Oscuridad y Luz, Cautiverio y Libertad.

De acuerdo al simbolismo del Tarot a Capricornio le corresponde la Clave XV “El Diablo” símbolo del cautiverio, de la esclavitud de la mente a las circunstancias externas, a la percepción errónea de las cosas, a tomar las cosas como no son, “Las apariencias engañan”.
¿Porque le toca a Capricornio este Arcano Mayor? Será un signo “malo”, pues claro que no, todo signo zodiacal tiene virtudes y defectos, pero la asociación de Capricornio con el Diablo se debe principalmente a que este signo inicia con la noche mas larga del año, único día en que la oscuridad vence a la luz, y como la oscuridad de la noche se relaciona con el mal, ignorancia, inconsciencia, apego y todo lo “negro”, de ahí su relación con el Diablo.

Ayin la letra hebrea correspondiente al Diablo significa “ojos”, pero también “espectáculo”, haciendo alusión a que la vista y los 5 sentidos en general nos dan una percepción limitada de la realidad, siendo el principal engaño creernos y aceptar estar limitados por las circunstancias externas. Precisamente Diablo significa “engañador, calumniador” y representa la mente atrapada en las cadenas de la materia, la mente ignorante, inconsciente de su propio poder liberador, sumergida en la oscuridad de la ilusión o maya. Las enseñanzas del Tarot nos dicen que “Al Diablo se le vence con la risa” significa que si somos conscientes de nuestra naturaleza interna, divina, libre y luminosa, no puede más que darnos risa, cuando según las apariencias estamos atrapados por alguna circunstancia. Es preciso aprender a reírnos de nosotros mismos y de lo que nos sucede, evitando darle a las cosas poder sobre nosotros mismos.
En la clave XV el Diablo aparece con un cuerpo formado por muchas cosas, alas de murciélago, cuernos de chivo, orejas de burro, piel velluda, un pecho de hombre y otro de mujer, patas de gallo, etc., un verdadero collage que expresa el triunfo de la diversidad, el triunfo de las diferencias externas, la falta de visión de la Unidad dentro de la diversidad. Así que el Diablo es la ilusión de separatividad, misma que nos hace creernos separados, aislados, e inconexos a todo lo existente, cuando la verdad es precisamente lo contrario: Todos somos Uno, todo es interdependiente e interconectado. Externamente diferentes por el velo de ilusión que conlleva la creación, pero internamente siempre somos el mismo Ser.

“Lo que separa es mentira, lo que une es Verdad”

El planeta regente de Capricornio es Saturno, relacionado con el pago kármico, las pruebas y las limitaciones, pero también con la experiencia, la madurez y la sabiduría que da la vida. Su símbolo es una guadaña relacionada con el corte o fin de algo, el tiempo que tarde o temprano lo acaba todo, por ello en la mitología Cronos devoraba a sus hijos.
Astrológicamente Saturno se representa por una cruz sobre una media luna, es decir las pruebas que la materia impone al Alma, mismas que le hacen crecer, evolucionar, madurar.
En el Tarot la clave de Saturno es la última, la XXI llamada “El Mundo”, en ella se ve una doncella –en realidad un ser andrógino o Rebis- flotando libre en el aire, haciendo alusión al Alma liberada, que ha llegado a la meta de la vida humana, y conquistado la Libertad y la Conciencia Cósmica.

En esta dualidad vemos que si bien Capricornio inicia durante el Solsticio, único día en el cual la oscuridad vence a la luz, también pocos días después se festeja el nacimiento de la Luz, del Sol, de Cristo y de todos los héroes solares y dioses de las antiguas religiones mistéricas, como el Natali Solis Invictus para los romanos, Mithra para los persas, Horus para los egipcios, así como Huitzilopochtli para los Aztecas. Fiestas todas que fueron absorbidas por el sincretismo cristiano.
Esa dualidad propia de Capricornio se ve expresada también por ser una cabra con cola de pez, la evolución que surge de lo profundo o sima del mar, y que asciende a las alturas o cima de la montaña.
Por ello bajo Capricornio encontramos tanto al hombre materialista o materializado, frío, seco, inexpresivo, el que USA a los demás como peldaños para ascender a sus objetivos personales; o al Capricornio evolucionado que se arrodilla, que se sacrifica como un chivo expiatorio para pagar las culpas de la humanidad, que viene a servir, a dar, que enseña con el ejemplo como debe ser un humano superior, un Ser Liberado.
Donde se encuentre Saturno en nuestra Carta Astral por signo, casa y aspectos, veremos cuales, donde y cómo serán las pruebas principales de nuestra vida, el pago kármico que debemos de vidas pasadas; las zonas difíciles, con limitaciones. Pero también y así mismo donde debemos liberarnos, madurar, adquirir responsabilidad y encontrar la enseñanza oculta dentro de la circunstancia adversa.
“Toda adversidad, lleva en su seno, la semilla de un beneficio equivalente o mayor” Norman Vincent Peale.

En el Cubo del Espacio la Clave XV pertenece a la arista Oeste inferior uniendo las paredes Oeste (Clave X “La Rueda de la Fortuna, Júpiter, Rotación) con la cara inferior o Nadir (Clave II “La Suma Sacerdotisa”, Luna, Subconsciente). En esta arista la energía fluye de Norte a Sur. De ello se deduce que el Cautiverio de la consciencia al Mundo se debe al desconocimiento de las leyes cíclicas que rigen al mundo (X) y a la pérdida de la memoria de nuestra propia naturaleza divina (II), y porque no hemos trabajado lo suficiente en destruir la prisión del lenguaje erróneo (Clave XVI “La Torre”) por lo que somos prisioneros de una percepción incompleta de la realidad, que nos impide ser seres rejuvenecidos o niños de una nueva humanidad que le danzan al sol (Clave XIX “El Sol”).

Según la Alquimia podemos dedicar cada mes del año a una fase de trabajo sobre si mismo, buscando lo que se llama La Gran Obra, es decir nuestra propia transmutación de plomo (saturno, densidad) en oro (sol, luz), la fase correspondiente a Capricornio es la de Fermentación o leudar. Jesús (nacido bajo Capricornio) comparó el Reino de los Cielos con la levadura –enseñanza espiritual práctica- que una mujer tomó y ocultó en tres medidas de comida –vida ordinaria basada en valores externos o Diablo- hasta que toda estuvo fermentada. Está parábola es un perfecto resumen de la décima etapa de la Gran Obra. PFC
De las 12 tribus de Israel es la Issachar la que corresponde a éste signo y según el Sepher Yetzirah “Libro de la Formación” un clásico de la Qabalah, su estado de consciencia es llamado la “Inteligencia Renovadora”; el estado mental de Alegría.

Capricornio y Saturno se relacionan con Binah “Entendimiento” la 3ª sephirah del Árbol de la Vida, su nombre Divino es Elohim (ALHIM) término hebreo complejo al ser femenino –masculino, singular y plural: Diosa - Dioses, Uno – Muchos; son los Dioses creadores. Su arcángel es TzaFQIEL “Contemplación de D-s”. Su Hueste Angélica son los Tronos o Aralim, y su chakra mundano es ShaBaThAaI “descanso”, nombre hebreo de Saturno. Microcósmicamente corresponde al hemisferio cerebral derecho.
Sus correspondencias son: metal, plomo; color, negro; día, sábado; piedras negras como azabache, obsidiana, Ónix, coral, perla y cuarzo negro o ahumado, Zafiro estrella; Árbol, Ciprés; Flor, Amapola, Loto, Lirio, Hiedra: Perfume, Mirra. Figura, Triángulo; Virtud, Silencio…

El Arquetipo Maestro una antigua oración basada en el árbol de la vida qabalístico dice acerca de Binah: “Lleno de Entendimiento de su perfecta ley, soy guiado momento a momento por el sendero de la liberación.”

¡Felicidades a todos los Capricornianos!

Saludos fraternales en el Sendero de Retorno a la L.V.X.
Edgar Jerezano A.

Grupo G.E.M.A. de Xalapa, Veracruz, México.
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