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1.- Muchas veces, por nuestros condicionamientos sociales(1); que desde la infancia hemos gravado (voluntaria e involuntariamente), nos es un tanto imposible percibir los defectos de los demás en nosotros. Por ende, no nos vemos reflejados en tales personas; a quienes de inmediato calificamos y rechazamos, como problemáticas. Y como a bien tú dices en la exposición; todos somos energías, por lo que si actuamos (Pensamiento, sentimiento u obra) de tal o cual manera y atraemos a tales personas con problemas, es porque la dificulta posiblemente también esté en nosotros. Somos como un imán; y atraemos, el hierro que tiene nuestra misma vibración. Lo malo es que muchos; por ése condicionamiento social, consideramos repudiable a quienes actúan contrario a nuestra personal visión, sin previamente discernir que posiblemente seamos nosotros, quienes estamos actuando incorrectamente.

2.- No podemos cambiar a los demás, lo único que podemos hacer es cambiar nosotros mismos; por lo que si se siguen los sabios consejos de la exposición, es muy saludable:

Primero: Discernir que parte de nosotros vemos reflejado en otros; porque puede ser, una ilusión. Pues muchas veces, creemos ver algo malo en nosotros reflejado en otro; y la realidad es que el mal está sólo en nosotros, porque la otra persona que se nos acercó fue circunstancial, o quizás quería ayudarnos como por lo general sucede.

Segundo: Cuando calificamos una actitud; como mala o buena, podríamos perder parte de la realidad o de la verdad. Porque la vida enseña que en todo lo malo siempre existe algo bueno (Lo claro); y en todo lo bueno, siempre hay algo malo (Lo oscuro) .

Tercero: Procurar siempre tratar de conocernos a sí mismos; porque nunca podríamos erradicar de nosotros mismos cualquiera actitud que consideremos perjudicial si sólo conocemos sus efectos; e ignoramos, sus causas, y

Cuarto: Tratar de aprender todo lo que podamos de lo que veamos reflejado en los demás; porque precisamente es el conocimiento de ello, lo que nos va a permitir hacer los cambios en nosotros, evolucionar y luego saber ayudar a los demás.

3.- Cuando logremos hacer cambios positivos en nosotros mismos; tratemos de ayudar a los demás, 'en la medida de lo posible'. Porque cuando vemos algo inapropiado de nosotros reflejado en los demás y logramos cambiarlo para bien, si no hacemos nada por los demás bajo la condición de que 'cada quien realice su propio esfuerzo', posiblemente la actitud que quisimos e hicimos el esfuerzo en cambiar ya no exista más, pero lamentablemente emergerá otra; como el egoísmo, de no querer compartir la experiencia. El punto se lleva a colación, porque la exposición no lo indica, pero tu ejemplo de compartir la experiencia ratifica tu hermoso anhelo de ayudar a los demás.

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