¿Qué pasaría si supiera que los accidentes no existen y que dispone, a su alrededor, de informaciones importantes que puede o no estar reconociendo?
No estamos solos ni somos el centro del universo. Es el nivel de conciencia en el cual sabemos: "Vine aquí para hacer algo. Ahora lo recuerdo. Tengo un propósito". El propósito puede resultarle esquivo, como un recuerdo vago.
Tal vez hasta ahora no haya tenido una experiencia extraordina ria dentro del ámbito espiritual ni haya sentido contacto alguno con su grupo de almas.
Joan Wester Anderson, autora de dos libros sobre presencias angelicales y milagros, menciona la expe riencia de una madre cuya hija había ido de camping con amigos. Una noche tuvo la premonición de que su hija corría peligro, y se oyó decir: "¡Dios mío, envía ayuda ya mismo! ". Cuando la hija regresó, le contó que se había caído de un peñasco y quedó momentánea mente sostenida de un reborde más pequeño que su pie, cuando sin tió que unos brazos la rodeaban y la llevaban de nuevo hasta la cima del peñasco. Es posible que usted sólo haya leído acerca de expe riencias cercanas a la muerte en las que una persona entra en un túnel de luz, ve seres radiantes y siente un amor tan increíble que quiere quedarse allí y dejar atrás su vida terrenal.
Llegó la hora de aguzar nuestras capacidades para prestar atención a la información inquietante que afluye en estos tiempos. Está bien que nuestras mentes se inquieten. ¿Por qué? Porque la inquietud de la mente es el proceso de desconstrucció n de una realidad que considerábamos sólida como una roca. Llegó el momento de hacer todos los esfuerzos posibles por abrirnos a lo que pueda significar esta información para la supervivencia y la evolución de la raza humana.
Las respuestas que buscamos a las preguntas de todos los días no se alejan de la búsqueda de explicaciones acerca de hechos que desafían a nuestra mente racional. La curación que necesita el planeta depende de nuestra capacidad para abrirnos a las realidades de la vida después de la vida, o planos espiritua les de existencia que ya están en comunicación con nosotros, y para comprender que esas dimensiones están interrelacionadas con nuestras conciencias. Por lo tanto, los interrogantes cotidianos referidos a cómo vivir nuestra vida y cómo ser vir al planeta se desprenderán de nuestra atención a los mensajes que captemos a partir de nuestra intuición y de las coincidencias que nos lleven hacia el nuevo pensamiento.
Siga sacando sus sensores intuitivos cada vez que encuentre maestros, libros y sincronicidades relacionados con el punto en que usted se halla en la vida. Siga escuchando por el ojo de la cerradura de la dimensión espiritual con todo su corazón y toda su mente. Recuerde que ya no estamos en un camino lineal y es posible que deba abandonarse y experimentar algo imposible para poder romper la puerta de su siguiente nivel. Por cierto, lo instamos a que haga una discriminació n respecto de la información que reciba. No obstante, no se quede empantanado tratando de probarle algo a alguien o exigiendo pruebas "científicas" . Esta parte del viaje humano no se guía por las viejas "leyes". Su objetivo no es quedarse atascado discutiendo si algo es blanco o negro o "real o no real" (en oposición a la verdad que siempre resulta, en cierto modo, verdadera), sino preguntarse: ¿este hecho o idea me lleva a amar más, a estar más lleno de energía, a ser más generoso y abierto en la vida?". Ésta es la verdad que está detrás de su experiencia. No se dé por vencido, pero venza sus resistencias. Este viaje no es sentimental; tiene que ver con el amor, y nada más que el amor.
En Busca de la luz interior - James Redfield
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