El tiempo y el olvido van agarrados de la mano paseándose por el camino de los recuerdos sin nombre fijo ni definición propia. Entre mas pasan los días mas años se le van acumulando al pasado de tu destino, al igual que las experiencias se van adjuntan en archivos de emociones diversas.
Es mas fácil juntar diminutos pedacitos de recuerdos de lo que tu vida una vez fue o lo que una persona una vez te hizo sentir a lo que en realidad paso y te hizo crecer y llegar hasta donde ahora estas. Nos autoprotegemos de la manera mas sencilla posible ante futuros encuentros imprecisos que hasta estos inoportunos momentos se habían mantenido en las profundidades de una mente sin intención. La gente que nos dejó o nos desilusiono ya no son simples personas capaces de cometer errores tan inmensos como diminutos a lo largo de sus vidas, sino seres con caras borrosas y actos desolados que solo nos provocan una vaga sensación de tanto un desprecio inexplicable como una sensación confusa de añoranza. Nuestro cerebro solo entiende de recuerdos tristes por que los asociamos con el sentimiento que ahora manteamos hacia esa persona. Si ese ser importante en tu vida te esta fallando en tu presente, sus recuerdos, o la mayoría de ellos se empezaran a teñir de gris, y nos sera mas fácil recordar los instantes fallidos que las risas inocentes que tiempo atrás se compartieron. Tal vez hayan habido millones de momento dulces pero por unos cuantos que hayan de desolación, a todo la alegría ya vivida no se le podrá hacer justicia. Cuando nos encontramos en malas condiciones debido a alguien, nuestra mente se autoprotege pensando que si estamos conscientes de que siempre fue así, no nos deberemos ilusionar y mucho menos sorprender por lo que a continuación venga. Pero las personas cambian, algunas se vuelven de "malas" a "buenas" o de "buenas" a "malas", dependiendo de tu punto de vista, dependiendo de su vida, dependiendo del valor que se le da en este mundo a las cosas. Y si solo por estar en una fase con aguas profundas y marea alta se van a olvidar los momentos creadores de tantas ronrisas, y se sustituirán por recuerdos sin un fin que valga la pena pasar por todo lo que se ha pasado, entonces mejor no hacer la pregunta de a donde iremos a parar, la respuesta conlleva a muchas mas angustias de las que una persona debería de soportar.
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