Síntomas más típicos | Diez síntomas más frecuentes
La esquizofrenia es una enfermedad que presenta muchos y variados síntomas. Sin embargo, ninguno es específico de ella sino que pueden encontrarse también en otras enfermedades mentales. Por este motivo, en ocasiones resulta difícil diagnosticar a un paciente con esquizofrenia, aunque los síntomas hagan sospechar la enfermedad.
Los síntomas de la esquizofrenia se clasifican como positivos y negativos. El calificativo de positivo o negativo no tiene nada que ver con el hecho de que sean buenos o malos.
Síntomas positivos
Los síntomas positivos consisten en aquello que el paciente hace o experimenta y que las personas sanas no suelen presentar, como los delirios, las alucinaciones y las conductas extravagantes. En las fases agudas de la enfermedad, la excitación de los sentidos provoca trastornos en el cerebro, por lo que el paciente ve, oye, huele o siente cosas que no existen. Esta percepción provoca miedo en el enfermo, que puede tener delirios de ser perseguido o espiado. Las conexiones lógicas del pensamiento se pierden y el discurso resulta incoherente.
Las ideas delirantes son falsas creencias de las que la persona está firmemente convencida a pesar de la ausencia de pruebas concretas. Las personas que experimentan delirios pueden creer que son perseguidas, que tienen poderes o talentos especiales o que sus pensamientos o acciones están bajo el control de una fuerza externa.
Las alucinaciones son sensopercepciones sensoriales imaginarias. Los tipos de alucinaciónes más habituales en la esquizofrenia son las auditivas, en forma de voces imaginarias. Otras alucinaciones menos frecuente consisten en ver, sentir, saborear u oler cosas que no existen y que son percibidas como reales por quien las padece.
Los enfermos que sufren trastornos del pensamiento, tienen una forma de pensar confundida que se revela en el contenido y en la forma de lo que dicen. La conversación puede resultar difícil de seguir, porque salta de un tema a otro con poca o ninguna conexión lógica.
Comportamiento extraño: algunas personas con esquizofrenia se comportan de forma extraña o transgreden normas y costumbre sociales (p.ej. se desnudan en público). Pueden hacer gestos raros y muecas o adoptar expresiones faciales incongruentes y posturas extrañas sin razón aparente.
Los síntomas positivos se reconocen con relativa facilidad, porque obviamente difieren de lo normal. Sin embargo, las ideas delirantes y las alucinaciones no justifican necesariamente, el diagnóstico de esquizofrenia. Estos mismos síntomas pueden darse en personas que abusan del alcohol o las drogas o que sufren depresión grave, manía, daño cerebral u otras enfermedades.
Como los síntomas positivos graves dificultan en gran medida el funcionamiento social del individuo, suelen tener como resultado la hospitalización en un centro psiquiátrico. Afortunadamente, los antipsicóticos pueden eliminar o reducir la intensidad de los síntomas positivos y disminuir las posibilidades de sufrir recaídas, aunque la persona todavía se vea afectada por los síntomas negativos. Una recaída puede venir provocada por un acontecimiento estresante, por unas relaciones conflictivas prolongadas, o por la interrupción o reducción de la dosis de los medicamentos. De todas formas, también se producen recaídas sin un factor desencadenante evidente, aun cuando el paciente tome una dosis que hasta ese momento era adecuada.
Síntomas negativos
Por síntomas negativos se entiende aquello que el paciente deja de hacer y que los individuos sanos suelen realizar cotidianamente como pensar con fluidez y con lógica, experimentar sentimientos hacia las personas y las cosas, y tener voluntad para emprender las tareas cotidianas.
Embotamiento afectivo: las personas con esquizofrenias suelen presentar un estado emocional aplanado, de forma que no responden a lo que pasa a su alrededor. La persona afectada puede parecer mal encaminada, sin objetivos, alegremente inoportuna y a menudo impulsiva.
Pérdida de vitalidad: la esquizofrenia reduce la motivación de las personas y disminuye su capacidad de trabajar o de participar en diversiones. Surge en ellos indecisión, negativismo y pasividad, mezclados con impulsos súbitos.
Pobreza de pensamiento: algunas personas con esquizofrenia sufren una notable reducción de la cantidad y calidad de su pensamiento. Rara vez hablan con espontaneidad y contestan a las preguntas con respuestas cortas sin ningún detalle.
A diferencia de los síntomas positivos, los negativos constituyen déficits más sutiles del funcionamiento y no suelen reconocerse como síntomas de la enfermedad.
Los síntomas negativos pueden deberse a una depresión (que puede manifestarse a la vez que la esquizofrenia) o constituir la respuesta a un ambiente poco estimulante (como una estancia prolongada en el hospital) o presentarse realmente como efectos secundarios de algunos antipsicóticos. Suele ser difícil determinar si los síntomas negativos forman parte de la propia esquizofrenia o son el resultado de otro tipo de problemas.
Tanto los síntomas positivos como los negativos, suelen variar a lo largo de la enfermedad pudiendo predominar unos al principio y otros al cabo de unos años del inicio del trastorno. Es habitual que, con el paso del tiempo, los síntomas de la enfermedad se apacigüen y casi desaparezcan quedando el paciente con las "secuelas" de la misma, que consisten en un estado de pasividad, torpeza de pensamiento, abandono del cuidado de sí mismo y de su casa y sentimientos fríos hacia las personas, pero sin presentar delirios ni alucinaciones.
Los síntomas negativos de la esquizofrenia se interpretan erróneamente como signos de pereza o de mal comportamiento intencionado
Aunque los síntomas negativos que aparecen en ausencia de síntomas positivos no suelen detectarse, la persona que únicamente manifiesta síntomas negativos también necesita ayuda
La mayoría de las personas con esquizofrenia sólo tiene algunos síntomas
positivos y negativos en un momento determinado
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