Ir al contenido principal

Admítelo!




Conviví con mis miedos como enemigos durante mucho tiempo hasta que un buen día empecé a conocerlos y en ese proceso descubrí recursos y estrategias muy valiosas que me permitieron, acercarme a ellos, dialogar, aceptarlos, reencuadrarlos y aliarme….

Desde entonces convivo con ellos de otra manera, me acompañan, me traen mensajes, me gusta su compañía, he aprendido de ellos y con ellos. No son tan malos como creemos. A mi me gustan, me tranquiliza tenerlos conmigo, de mi depende saber darles su lugar.
Hoy cuento con muchísimos recursos y estrategias que puedo compartir con otras personas. Pero es mejor y más importante  que tú encuentres las tuyas propias, que sean a tu medida. En este proceso también puedo acompañarte, para aprender a aliarte con tus miedos, que no te limiten sino que te potencien!
Admitir mis miedos me abre puertas, me coloca en otro lugar, me permite un cambio de actitud, hacia la apertura, la aceptación y la acción.¿Te has encontrado alguna vez con personas que todo lo saben? Seguro que sí. Pero hay una cosa que éstas personas no saben, y es que se están cerrando puertas a su crecimiento. La soberbia del que todo lo sabe impide a la humildad la posibilidad de  reconocer fallos, carencias, limitaciones, y con ello limita la búsqueda de nuevos saberes y alternativas.

Parece mágica esta frase! Que potencia! Cuantas veces echamos a perder un encuentro, una conversación por decir lo que no tenia sentido decir en ese momento, en ese contexto y con esa persona… Reconocer lo que me está pasando por dentro, escuchar mi cuerpo me da las señales para poder poner las palabras “adecuadas” a la situación.

Hoy en una sesión surgió la duda y la confusión. Tanto mi cliente como yo conectamos con ello. Eso estaba ahí, un caos, una confusión y desde ahí pudimos dejarnos estar en esa confusión, incluso darnos el permiso para estar perdidas, sin encontrar un sentido… y curiosamente empezamos a ver un poco de luz, un nuevo punto de partida, un pequeño movimiento interior, seguido de un cambio de actitud brutal y potente. 
“Admite que eres hiriente y empezarás a cicatrizar las heridas. Admite que te importa y las cosas que de veras te interesan se fortalecerán.
A menudo, ser honesto contigo mismo, con los demás, con la vida puede resultar difícil y hasta dar miedo. Sin embargo, la sinceridad es siempre la ruta más confiable, más directa para realmente alcanzar aquello, lo que fuere, que quieras conseguir.
Todo intento de engaño terminará siendo un desperdicio de tu valioso tiempo. Vive la verdad de quien tu eres, y así sacarás a relucir el mejor Tú que podrías llegar a ser”. 

Comentarios

Entradas más populares de este blog

JOYAS DEL AGNI YOGA....

PELIGROS DE LA IRRITACIÓN El veneno resultante de la irritabilidad se llama "imperil" - un peligro dominante. Ese veneno, absolutamente concreto, se precipita sobre las paredes de los canales nerviosos y, de ese modo, se esparce por todo el organismo. (...) Solamente el descanso puede ayudar al sistema nervioso a vencer ese peligroso enemigo, que tiende a provocar las más variadas irritaciones y contracciones penosas del organismo. (...) Cuanto más sutil es el sistema nervioso, más penosa resulta la precipitación del imperil. Ese mismo veneno, con un ingrediente, puede contribuir para la descomposición de la materia. Los organismos especialmente sensibles pueden comprobar que durante el período de mayor intensidad de las manchas solares, los rayos de dicho astro, por su cualidad, se vuelven insoportables para ellos. También durante la caída de grandes meteoros se puede sentir un estremecimiento del sistema nervioso. Hasta ahora, las personas han sido incapaces de tomar ...

¡¡¡ por favorrr !!!

Deja que los demás sean ellos mismos " ... No corras desatinadamente intentando sanar a todos tus amigos. Haz tu propio trabajo mental y sánate a ti mismo. Eso será más benéfico que ninguna otra cosa para quienes te rodean. No podemos hacer que los demás cambien. Sólo podemos ofrecerles una atmósfera mental positiva donde tengan la posibilidad de cambiar si lo desean. No es posible hacer el trabajo por otra persona, ni tampoco imponérselo. Cada persona está aquí para aprender sus propias lecciones, y no les servirá de nada que se las demos resueltas, porque tiene que pasar personalmente por el proceso vital necesario para aprenderlas. Lo único que podemos hacer por los demás es amarlos y dejar que sean quienes son, saber que su verdad está dentro de ellos, y que cambiarán cuando quieran hacerlo..." Louise L. Hay