LA MEMORIA DE LA NATURALEZA
¿Cómo aparecen los registros en la Memoria de la Naturaleza a la visón espiritual? Esto es,
¿cómo son representadas las acciones de una persona en una vida anterior?
Respuesta: Eso depende en dónde se lea la Memoria de la Naturaleza. Existen, en el éter
reflector, cuadros de todo lo que ha sucedido en el mundo, cuando menos, de unos setecientos
años atrás, y probablemente, en algunos casos, mucho más lejanos. Y aparecen casi como los
cuadros de una película en una pantalla con la diferencia de que las escenas se proyectan hacia
atrás. Así, si deseamos estudiar la vida de Lutero, o Calvino en la Memoria de la Naturaleza,
podemos, por medio de la concentración, evocar ciertos puntos en sus vidas y comenzar allí, y
podemos mantener esa escena con lo que comenzamos, u otra cualquiera, tanto como
deseemos, por la simple voluntad de que así sea. Sin embargo, encontraremos que la película
registra hacia atrás, de manera que si comenzamos con la escena en la que se dice que Lutero
arrojó el tintero contra la pared para hacer desaparecer a su Satánica Majestad, y si deseamos
saber qué pasó después de eso, nos encontraremos frustrados en nuestros propósitos. Se nos
presentarán todas las escenas que pasaron antes, y a fin de obtener la información que
queremos debemos comenzar en un punto posterior en tiempo al del acontecimiento. Entonces
las escenas se desarrollarán hacia atrás, en secuencia ordenada, hasta que lleguemos al
episodio del tintero, y después podremos reconstruir el cuadro completo de la manera
progresiva que se obtiene diaria y ordinariamente en la vida física.
Si leemos en la Memoria de la Naturaleza, en la región superior siguiente donde se conserva, a
saber, la más elevada subdivisión de la Región del Pensamiento Concreto, obtenemos una
visión sumamente diferente y de un modo muy diferente. Concentrando nuestro pensamiento
en Lutero evocaremos en nuestra mente, en un momento, todo el registro de su vida. No habrá
ni principio ni fin, pero obtendremos de inmediato la fragancia o esencia de su existencia
completa. Tampoco este cuadro, pensamiento o conocimiento, será externo a nosotros, como
si estuviésemos parados como espectadores mirando la vida de Lutero, sino que la película,
por así decirlo, estará dentro de nosotros, y nos sentiremos como si realmente fuésemos
Lutero. Esta descripción hablará a nuestra conciencia interna dándonos una total comprensión
de su vida y propósito, que no puede ser lograda por una visión externa. Sabremos lo que él
supo, por el momento sentiremos lo que sintió, y aún sin palabra audible, obtendremos una
perfecta comprensión de lo que fue el hombre desde la cuna hasta la tumba. Todo
pensamiento, sin importar cuán secreto sea, y cada acto, sin tener en cuenta lo bien oculto que
esté, nos será conocido, y todos los motivos y cuanto haya conducido al acontecimiento y de
esa manera lograremos una completa comprensión de la vida de Lutero, tan íntima, que
probablemente ni él, durante su vida, la comprendió tan perfectamente como entonces
nosotros.
Ahora parecería que habiendo obtenido tan íntimo y completo conocimiento de Lutero,
Calvino, Napoleón, u otra persona cualquiera, o acontecimientos de la historia, o antes de la
época en que la historia fue escrita, podríamos escribir libros que explicarían todas estas cosas
de la manera más maravillosa. Pero cualquiera que haya intentado leer en la Memoria de la
Naturaleza tal como se conserva en esa elevada región, testificará con el autor que se sintió de
ese modo cuando comenzó su investigación y volvió a su ordinaria conciencia cerebral. Pero,
incuestionablemente el pensamiento tiene que ser manifestado por medio del cerebro, y para
ser inteligible a otros, tiene que ser traducido en sentencias que desenvuelvan
consecutivamente las ideas que se comunican, y nadie que no haya sentido esta limitación al
volver del Mundo Celeste con tan valiosas informaciones, puede comprender el disgusto y
desesperación que uno siente cuando intenta hacer eso. En esa elevada subdivisión de la
Región del Pensamiento Concreto todas las cosas están inclusas en un eterno aquí y ahora; no
existe ni tiempo ni espacio, principio o fin, y ordenar lo que allí ve, oye y siente, en
consecutivas ideas formadas, es luego imposible. Simplemente parece rehusar filtrarse por el
cerebro. Los que hemos visto y escuchado, sabemos que lo hemos visto y escuchado, pero no
podemos expresarlo. No existe idioma humano que pueda traducir estas cosas apropiadamente
y trasmitir a otro ni el más débil sentimiento, la sombra más atenuada de la gloriosa realidad.
Aún existe otro registro de la Memoria de la Naturaleza en el Mundo del Espíritu de Vida, el
cual los Hermanos Mayores de la Orden Rosacruz dicen, contiene todos los acontecimientos
desde el principio de la aurora de nuestra presente manifestación, y que es tan sublime y
maravilloso que no existen palabras que puedan ni siquiera dar una débil idea de ello. Pero
existe un número de personas mal guiadas que se engañan a sí mismas, y a otras, al pensar que
les es posible leer este registro; empero, la realidad es que, de acuerdo con los Hermanos Mayores,
sólo ellos y otras jerarquías de las otras Escuelas de Misterios, junto con los Adeptos
graduados, pueden hacerlo.
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