Probablemente no hay nada que infunda tanto temor a la vejez como pensar que habremos de perder nuestras facultades mentales. Lo cierto es que no hay ninguna razón para que eso tenga que suceder.
Todos(as) sabemos de personas que han conservado sus facultades mentales a través de una larga vida hasta llegar a 90 o más años. Es más, existen personas que parecen mejorar con la edad. Sin embargo existen otras que van sufriendo un largo y continuado deterioro que muchas veces comienza mientras todavía son relativamente jóvenes.
El psicólogo norteamericano Walter Schaie llevó a cabo un extenso estudio sobre este tema y concluyó que las personas que conservan su capacidad y lucidez mental hasta edades avanzadas son aquellas que mantienen una actitud flexible y de mente abierta ante la vida.
Por el contrario las personas dogmáticas, de mentalidad rígida y cerrada sufren un significativo deterioro de su inteligencia y memoria a medida que envejecen. Schaie también encontró que cuando las personas de mentalidad cerrada logran escaparse de esa actitud y abren su mente a nuevos conocimientos y adquieren una mayor flexibilidad mental logran recupérar gran parte de sus capacidades mentales. Sin embargo son pocas las personas de mentalidad rígida dispuestas a cambiar. Así que el primer consejo para defender nuestra mente del envejecimiento prematuro consiste en descartar las actitudes dogmáticas, abrirnos a nuevos campos del conocimiento y aprender de otras personas con formas de pensar distintas a la nuestra. Se ha descubierto, incluso, que las personas que se mantienen activas mentalmente y continúan aprendiendo cosas nuevas a lo largo de la vida tienen una incidencia menor del mal de Alzheimer que las personas que no acostumbran ejercitar su mente. Así que, si quiere mantener su mente joven, siga los consejos que presentamos a continuación:
Tras retirarse continúe trabajando aunque sea de voluntario(a) - El trabajo nos ayuda a sentirnos útiles y relevantes. Si es estimulante nos ayudará a mantener la agilidad mental. Si su trabajo era uno aburrido aproveche el retiro para buscar un trabajo voluntario o a tiempo parcial que le sea estimulante o en el que pueda ayudar a otras personas.
Ejercítese - La mente tiene importantes efectos sobre el cuerpo, pero de la misma manera el cuerpo tiene importantes efectos sobre la mente. El ejercicio físico ayuda a combatir la depresión y ayuda a mejorar la memoria. Louise Carkson-Smith y Alan A. Hartley profesores de psicología del Scripps College en California que supervisaron un importante estudio sobre los efectos del ejercicio sobre la mente llegaron a la conclusión de que el ejercicio puede evitar o al menos retardar algunos de los efectos del envejecimiento sobre el cerebro. De hecho se ha encontrado que algo tan sencillo como una caminata de media hora diaria puede ayudar a aumentar el puntaje en pruebas de inteligencia. Ahora bien, no se exceda. Algunos estudios demuestran que cuando el ejercicio se lleva hasta niveles extremos puede ser perjudicial. (Más sobre el ejercicio)
Aprenda sobre alguna materia hasta convertirse en un (a) experto (a) en la misma. El pensamiento a los altos niveles que se espera de un experto ayudan a poner la mente en un estado óptimo. En adición el conocimiento que se utiliza frecuentemente es el que mejor se recuerda y más tiempo permanece.
Tome cursos de piano, de pintura o cualquier otra cosa que le guste.
Aprenda a "cogerlo suave" - Trabaje sí pero no se queme. El estrés producido por la sobrecarga de trabajo hace que se generen hormonas que pueden dañar el cerebro. La sobrecarga de trabajo también puede hacer que "explotemos" y caigamos en un estado depresivo o de apatía hacia la vida.
Llene crucigramas - Esto le ayudará a mejorar su vocabulario y a ejercitar sus conexiones cerebrales.
Salga con sus amistades o búsquese compañeros (as) de juego. Las personas con un buen círculo de amistades frecuentemente obtienen mejores puntajes en diversas pruebas de habilidad cognitiva. Tambuién son capaces de adaptarse mejor a nuevas situaciones.
Aprenda un nuevo idioma - pero hágalo en cuatro años no en cuatro semanas. El conocimiento que se adquiere con el estudio constante a largo plazo permanece durante mucho más tiempo.
Apague el televisor - Mejor lea o practique su pasatiempo predilecto.
Llene su vida con experiencias ricas y novedosas de todo tipo. Los estímulos noveles ayudan a mantener la agilidad de la mente. Por el contrario el llevar a cabo tareas rutinarias, aburridas o repetitivas no le será de ayuda.
Tenga "juguetes" de muchas clases ¡y juegue con ellos! Es importante mantener nuestro espíritu juguetón y aventurero.
Olvídese del bingo, aprenda a jugar ajedrez. Este último estimulará mucho más su mente.
Sobre todo recuerde que lo importante es que usted disfrute las actividades en que se involucra. Hay estudios que demuestran que de nada vale llenar crucigramas, leer o jugar ajedrez si lo hacemos sin gozo, como una obligación o una disciplina autoimpuesta. Si por más que tratamos no logramos disfrutar una actividad es preferible escoger otro tipo de actividad que nos sea más afín.
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