Ir al contenido principal

El deseo de cambio: ¿evolución o huida?


Cambiar de trabajo, de pareja, de casa…Todos nos hemos levantado alguna vez con la necesidad imperiosa de cambiar aspectos de nuestra vida. Pero antes de dar el paso es importante hacer una valoración. Cambiar, sí, pero ¡por qué y cómo!

Nuestros deseos de cambio a veces se instalan en nuestra vida profesional, amorosa o incluso en la cotidianidad. Un atasco infernal para llegar a la oficina o las obras en la casa del vecino un sábado por la mañana bastan para hacernos buscar en la web las ofertas de empleo o de alquiler. Pero la voluntad de cambio, ¿representa una evolución o una huida?

Signos precursores
Cuando traspasamos los límites de la tolerancia, los síntomas del malestar comienzan a multiplicarse. Primero aparecen algunos signos aislados: dolor de espalda, de estómago, migrañas, etc. Luego surgen las modificaciones en el comportamiento: fatiga, falta de entusiasmo… ¡Es el momento de actuar!

Un deseo de evolución
Hoy, el cambio está a la orden del día, tanto más cuanto que la sociedad parece haber alcanzado un único criterio en muchos ámbitos. Cambiar por cambiar no sirve de nada. Hacerse vegetariano o mudarse de ciudad son modificaciones que sólo tienen sentido si responden a una necesidad interior.

“Podemos desear un cambio porque nos hemos topado con ciertos límites que creemos poder hacer retroceder o porque buscamos más experiencias positivas”. Se trata pues de un cuestionamiento que indica que se ha llegado al final de un ciclo y que no hay más perspectivas. El cambio llega entonces como una llamada a la transformación de uno mismo.

¡Ánimo, huyamos!
Puede suceder también que nuestros deseos de cambio giren en torno a la idea de que “la hierba siempre es más verde al otro lado de la valla”. “Esto es detectable cuando nos sorprendemos queriendo cambiar al otro o al contexto en lugar de a nosotros mismos. Es, de alguna manera, negar la responsabilidad que podemos tener en las situaciones frustrantes en las que nos encontramos”, explica la experta. De modo que culpamos a un tercero, fuente de nuestros problemas. El deseo de cambio se articula alrededor de una huida como reacción a una situación que se percibe como insoportable pero que ha sido elegida. Sin embargo, se corre el riesgo el repetir el mismo guión, ya sea en otro marco de trabajo o de vida, y toparse con las mismas dificultades.

Para identificar las razones que nos empujan al cambio, Mielczareck aconseja “reparar en si se tiene tendencia a criticar o a juzgar todos los aspectos negativos y recordar que el cambio es una puerta que se abre en el interior antes de hacerlo en el exterior”.

Cambiar: las cuatro etapas claves
Desarrollar una visión positiva
Los cambios resultan más sencillos cuando se abordan con actitud positiva. Concéntrate en tu necesidad de tener más espacio, más reconocimiento o más vitalidad, en lugar de enfocarte en lo que te falta. Así aumentarás las probabilidades de llevar tu proyecto a buen puerto.

Ser creativo
Rechazar en bloque una situación o un trabajo no es necesariamente los más constructivo. Antes es preferible hacerse algunas preguntas, por ejemplo, “¿qué aprendizaje voy a extraer de esta situación?” o “¿qué me enseña esto de mí misma?”. Intenta resaltar las cualidades y los recursos que seguramente has desarrollado en el contexto que ahora deseas abandonar.

Superar el miedo a lo desconocido
Muchas personas niegan su deseo de cambio por miedo a lo desconocido. Para superar este obstáculo es preferible preguntarse qué es lo más importante para uno. Pongamos por caso el cambio de casa. ¿Pesa más la eventual mejora en tu relación de pareja al mudarte a un apartamento más grande o el agotamiento que la mudanza va a provocar?

Confrontarse al principio de realidad
Para aumentar las posibilidades de éxito de tu proyecto, éste debe ser realizable, es decir, respectar tus valores y responder al principio de factibilidad. Si, por ejemplo, quieres cambiar de sector de actividad, determina qué formación debes adquirir para ello; antes de mudarte, infórmate de las ventajas pero también de los inconvenientes de hacerlo. El camino hacia el cambio requiere de actos pequeños pero concretos para comenzar.

C. Maillard

Comentarios

Entradas más populares de este blog

aceptar la realidad....

¿Qué es el conflicto? Cuando no aceptamos los hechos, lo que realmente es, cuando escapamos hacia algo llamado un ideal -el opuesto de ‘lo que es’- entonces el conflicto es inevitable. Cuando uno es incapaz de mirar y observar lo que realmente está haciendo y pensando, entonces evade lo que es y proyecta un ideal; en consecuencia, hay conflicto entre ‘lo que es’ y ‘lo que debería ser’. Si son ustedes serios, verán que existe una manera de vivir en la que no hay ninguna clase de conflicto. Si se interesan en esto, si realmente les importa, si desean encontrar un modo de vivir en que no exista ese sentido de esfuerzo inútil, entonces, por favor, presten cuidadosa atención al hecho, a la verdad de lo que se expresa, de modo que ello sea la propia observación de ustedes. El conflicto existe cuando, haciendo caso omiso de lo que realmente ocurre, traducimos lo que ocurre en términos de un ideal -de lo que ‘debería ser’- cuando transformamos el hecho en un concepto que hemos aceptado o que n

Oración de Maria Sabina, mujer medicina

“YO SOY” MUJER… “Soy la mujer que sola nací soy la mujer que sola caí soy la mujer que espera … soy la mujer que examina soy la mujer que mira hacia dentro soy la mujer que busca debajo del agua soy la nadadora sagrada porque puedo nadar en lo grandioso. Soy la mujer luna soy la mujer que vuela soy la mujer aerolito soy la mujer constelación huarache soy la mujer constelación bastón soy la mujer estrella, porque vengo recorriendo los lugares desde su origen soy la mujer de la brisa soy la mujer rocío fresco soy la mujer del alba soy la mujer crepúsculo. soy la mujer que brota soy la mujer arrancada soy la mujer que llora soy la mujer que chifla soy la mujer que hace sonar soy la mujer tamborista soy la mujer trompetista soy la mujer violinista soy la mujer que alegra porque soy la payasa sagrada. soy la mujer piedra de sal soy la mujer luz del día soy la mujer que hace girar soy la mujer del cielo soy la mujer del Bien s

Ceremonia de 4 tabacos

Ceremonia de cuatro tabacos La ceremonia de cuatro tabacos tiene su origen en Norteamérica y en la parte norte de México, la practicaban diferentes tribus indígenas de las praderas, y dependiendo del lugar se utilizaban diferentes plantas, cantos y rezos, pero en esencia el ritual se conserva, siendo un espacio de conexión con el cosmos, para orar, liberarse, sanar, pedir fuerza y agradecer al gran espíritu. La ceremonia se realiza exclusivamente en la noche porque es en este momento cuando el misterio se cierne sobre la tierra y los espíritus están más propensos a manifestarse. El ritual se inicia más o menos a las 9 pm y se extiende hasta las 7 de la mañana”. El hombre del fuego se encarga de mantener toda la noche encendida la hoguera ceremonial, las llamas deben estar elevadas hasta el amanecer y a lo largo del ritual con las brasas que deja el fuego se arman diseños, se dibuja primero una media luna junto al tabaco del propósito, luego un corazón con el tabaco del a