Ir al contenido principal

Viejos Jóvenes y Jóvenes Viejos


La ancianidad puede ser para algunos el comienzo de una nueva etapa, y hasta a veces puede convertirse en la mejor; en tanto que para otros puede ser el principio del fin.

Aunque la mayoría añora la frescura de la juventud, no puede olvidar que en gran parte esa edad es un período muy amargo de la vida, cuando se viven las mayores desilusiones y los más dolorosos desengaños en el difícil camino del aprendizaje de las reglas de juego de los adultos.

La niñez no siempre es feliz aunque se tengan padres amorosos, hay que aprender cosas que no interesan, hacer lo que no se desea, tomar la sopa, obedecer a los adultos y portarse bien cuando a esa edad ninguno se puede quedar quieto.

La adolescencia es aún peor, porque no se es ni grande ni chico en una larga y dificultosa franja de cambios incomprensibles difíciles de superar sin desquiciarse, hasta que la gente los empiece a tener en cuenta y a tomarlos en serio.

Mantenerse joven es una aspiración comprensible, pero difícilmente alguien que ya ha vivido esté dispuesto a volver a ser joven si esto fuera posible.

Si se pudiera volver a ser joven, algunos tal vez tendrían oportunidad de cambiar cosas, no cometerían tantos errores, elegirían cosas diferentes; aunque quizás no lo puedan tampoco hacer sintiéndose nuevamente jóvenes, sin la sabiduría suficiente para ver mucho más allá de las narices.

Pero también hay jóvenes viejos que pretenden saberlo todo y creen estar de vuelta sin saber nada, aventurándose a vivir sin esperanza.

Uno quiere ser grande cuando es chico y joven cuando es viejo.

No creo que la vida sea mejor siendo joven o viejo, sino que se torna más fructífera y plena a la edad en que uno se atreve a ser uno mismo, para poder ir cambiando armónicamente con el tiempo; porque el que puede cambiar está creciendo y depende de la filosofía que adopte será cómo seguirá viviendo.

Muchos mentalmente siempre tienen veinte años y sólo se dan cuenta de que son viejos porque en el ómnibus le ceden el asiento; porque es verdad que es la gente que está alrededor la que va convenciendo a los mayores que ya están viejos.

La ancianidad llama al silencio, el sabio se da cuenta que hay que decir lo menos posible y escuchar todo. Es la mejor edad para oírlo todo porque uno está preparado y tiene más tiempo.

Lo mejor será poder observar todo con más detenimiento y poder apreciar a Dios en todas las cosas que vemos.

Uno puede adivinar cómo ha sido la vida de cada uno cuando es viejo, porque las huellas más visibles son las del sufrimiento.

Cada arruga representa un desafío, una preocupación, o una pérdida; porque la felicidad no deja huellas, tiene la virtud de mantener a la persona con una apariencia más joven que vieja.

Una sonrisa permanente borra la tristeza y nos libera de la ansiedad de la angustia y del miedo, haciendo que los demás se alegren y nos quieran todo el tiempo.

Seamos gente sin edad, como muchos, que permanecen siempre jóvenes aunque pase el tiempo.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

aceptar la realidad....

¿Qué es el conflicto? Cuando no aceptamos los hechos, lo que realmente es, cuando escapamos hacia algo llamado un ideal -el opuesto de ‘lo que es’- entonces el conflicto es inevitable. Cuando uno es incapaz de mirar y observar lo que realmente está haciendo y pensando, entonces evade lo que es y proyecta un ideal; en consecuencia, hay conflicto entre ‘lo que es’ y ‘lo que debería ser’. Si son ustedes serios, verán que existe una manera de vivir en la que no hay ninguna clase de conflicto. Si se interesan en esto, si realmente les importa, si desean encontrar un modo de vivir en que no exista ese sentido de esfuerzo inútil, entonces, por favor, presten cuidadosa atención al hecho, a la verdad de lo que se expresa, de modo que ello sea la propia observación de ustedes. El conflicto existe cuando, haciendo caso omiso de lo que realmente ocurre, traducimos lo que ocurre en términos de un ideal -de lo que ‘debería ser’- cuando transformamos el hecho en un concepto que hemos aceptado o que n

Oración de Maria Sabina, mujer medicina

“YO SOY” MUJER… “Soy la mujer que sola nací soy la mujer que sola caí soy la mujer que espera … soy la mujer que examina soy la mujer que mira hacia dentro soy la mujer que busca debajo del agua soy la nadadora sagrada porque puedo nadar en lo grandioso. Soy la mujer luna soy la mujer que vuela soy la mujer aerolito soy la mujer constelación huarache soy la mujer constelación bastón soy la mujer estrella, porque vengo recorriendo los lugares desde su origen soy la mujer de la brisa soy la mujer rocío fresco soy la mujer del alba soy la mujer crepúsculo. soy la mujer que brota soy la mujer arrancada soy la mujer que llora soy la mujer que chifla soy la mujer que hace sonar soy la mujer tamborista soy la mujer trompetista soy la mujer violinista soy la mujer que alegra porque soy la payasa sagrada. soy la mujer piedra de sal soy la mujer luz del día soy la mujer que hace girar soy la mujer del cielo soy la mujer del Bien s

Ceremonia de 4 tabacos

Ceremonia de cuatro tabacos La ceremonia de cuatro tabacos tiene su origen en Norteamérica y en la parte norte de México, la practicaban diferentes tribus indígenas de las praderas, y dependiendo del lugar se utilizaban diferentes plantas, cantos y rezos, pero en esencia el ritual se conserva, siendo un espacio de conexión con el cosmos, para orar, liberarse, sanar, pedir fuerza y agradecer al gran espíritu. La ceremonia se realiza exclusivamente en la noche porque es en este momento cuando el misterio se cierne sobre la tierra y los espíritus están más propensos a manifestarse. El ritual se inicia más o menos a las 9 pm y se extiende hasta las 7 de la mañana”. El hombre del fuego se encarga de mantener toda la noche encendida la hoguera ceremonial, las llamas deben estar elevadas hasta el amanecer y a lo largo del ritual con las brasas que deja el fuego se arman diseños, se dibuja primero una media luna junto al tabaco del propósito, luego un corazón con el tabaco del a